Fueron más de 6 días de audiencias para inculparlos por asociación ilícita y tres homicidios

Luego de muchas horas de audiencia, pudieron demostrar en la imputación, que la nueva generación de Los Monos, liderados por la tercera generación de Los Canteros, estaban implicados en cometer; homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego con mucha influencia en la zona sur de la ciudad de Rosario y alrededores, operando principalmente en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y Barrio Plata

La Dra Marisol Fabbro expuso a Luciano Uriel “Lucho” Cantero, su pareja Érica Elena Bullón y a la madre del primero (viuda del Pájaro Cantero) Lorena Miriam Verdún,  junto a 25 personas por formar parte de una asociación ilícita para cometer los ilícitos mencionados con anterioridad. Las audiencias comenzaron el 29 de septiembre y tras cinco jornadas, culminaron este miércoles pasado el mediodía, donde la Dra Fabbro les indilgó el rol a cada uno en esta organización; a los tres primeramente mencionados, los ubicó como jefes de la organización.

A Dylan Tomas Baldon, el rol de organizador, cabe resaltar que el pasado 3 de septiembre le asesinaron a su abuela. Mientras los restantes fueron imputados por miembros y se les asignan roles específicos que contribuyen al funcionamiento de la misma; Daniel Héctor Carni, Martin Walter Medina, Macarena Cantero, María Del Carmen Martin, Santiago Arnold, Bruno Antonio Candia, Facundo Ismael Meza, Marcelo Diego Sotelo, Yamir José Insaurralde, Juan Ignacio González, Guillermo Leonel Aranda, Dylan Lautaro Cantero, Walter Alejandro Arce, Facundo Di Filippo, Alexis Nahuel Ledesma, Emiliano Tomas Ruiz Díaz, Alberto Rómulo Antonio Sánchez, Carlos Emanuel Fernández, Brandon Paulo Aramburu, Ricardo Jorge Verdun, Fausto Santiago Gamarra, Juan Hernán Espinoza,  Lucas Alejandro Ponce y Gastón Ezequiel Schneider

Además les imputaron otros delitos: a Luciano Cantero haber instigado un crimen, ofreciendo remuneración por el mismo y siendo los ejecutores; Dylan Tomas Baldon, Marcelo Diego Sotelo y Santiago Arnold. Por el crimen de Damián Gastón Gómez,hecho ocurrido el 21 de junio del pasado año en Balcarce y Anchorena.

Otro asesinato más, fue el de Ulises Gastón Gamarra Urquiza, a quien ejecutaron el 23 de febrero de este año en San Francisco Solano al 2500

También a Baldon le atribuyen hechos de abusos de arma, agravado por la participación de un menor de edad

A Yamir José Insaurralde, le atribuyeron el delito detenencia Ilegítima de arma de guerra y encubrimiento agravado, en tres hechos, mientras que a Juan Ignacio González, le achacaron el crimen de Luciano Roberto Muscio, el 3 de julio en ocasión de robo y la portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Asimismo, el 30 de abril, efectuaron disparos contra una vivienda en Pje 528 y Pje 507, donde terminaron por secuestrarles una Bersa calibre 9mm y tres motocicletas con pedido de secuestro activo por robo.

Sobre González, se pudo comprobar que fue quien ultimó a Luciano Roberto Muscio, en inmediaciones de Autopista Rosario Buenos Aires altura Km 278 (frente a la General Motors Company) para luego sustraerle su rodado

LA GESTORA

María Del Carmen Martin, tenía el rol de encubrir las acciones, en su rol de gestora, ayudado a los miembros de la organización delictiva liderada por Uriel Luciano Cantero, Érica Elena Bullón y Lorena Miriam Verdun, haciendo eludir a los investigadores, ocultando, alterando o haciendo desaparecer pruebas de delitos contra la propiedad al inscribir a nombre de cualquiera de los miembros de la banda los rodados sustraídos por éstos por medio de la confección de boletos de compra venta y/o formularios conseguidos. Esta maniobra era llevada adelante mediante actos extorsivos dirigidos contra sus respectivos titulares o legítimos poseedores de buena fe, como así también regularizando la situación registral de rodados cuyos dominios fueran falsificados y/o alterados, asegurando con tales maniobras el producto o provecho de tales delitos; siendo que debía sospechar que, de acuerdo a las circunstancias, tales rodados tenían origen ilícito. Todo ello agravado en función de dedicarse a realizar tal conducta, en su calidad de mandataria y/o gestora, con cierta habitualidad y con ánimo de lucro, como así también por tratarse los hechos precedentes de delitos especialmente graves.

Luego de la extensa exposición de la fiscal, el Juez de Primera Instancia Dr. Núñez Cartelle dispuso la prisión preventiva efectiva para Tomas Ruiz Díaz y Lorena Miriam Verdún por el plazo de 90 días; para Macarena Cantero; prisión domiciliaria por el plazo de 60 días y la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para el resto de los imputados.

La organización criminal descripta data por lo menos desde junio del 2021 hasta la actualidad, fecha en que se produjo la detención de varios de los integrantes que se encontraban en libertad. Esta organización criminal procuró ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas, como su expansión territorial. Para llevar a cabo ese objetivo, los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros: homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes, según adelantaron desde la Fiscalía

La banda se compone por un grupo de personas que converge mediante un acuerdo de voluntades, estable (en el sentido de permanencia en el tiempo) y con caracteres de cohesión y organización, con la finalidad de cometer actividades ilícitas indeterminadas y diferentes entre sí, con mucha influencia en la zona sur de la ciudad de Rosario y alrededores, que opera principalmente en los barrios La granada, Las Flores, Las Delicias y Barrio Plata.

Los jefes de la organización, administradores del ejercicio de violencia y actividades ilícitas en la zona territorial descrita con anterioridad. Dicha administración se ve reflejada en la autorización o reprimenda, en su caso, por el ejercicio de violencia en situaciones no aprobadas por los mismos. Imparten directivas desde su lugar de alojamiento, donde actualmente se encuentran privados de su libertad por encontrarse implicados en causas penales ligadas al narcotráfico y ejercicio de violencia desmedida.

Entre Luciano Cantero, su pareja y la madre, comparten el control de la organización criminal y gran poder de fuego, siguen operando intra muros. Los mismos comunican sus intenciones por medio de su nexo, Dylan Tomás Baldon, quien se encarga de ejecutarlas por sí o por interpósita persona. La empresa delictiva de los cuales ejercen la jefatura se caracteriza por contar con gran poderío económico y de fuego, en tanto puede apreciarse que cuentan con liquidez en moneda nacional y extranjera que obtienen de actividades ilegales, como ser la venta de estupefacientes, sustracción y posterior venta de vehículos, como viviendas que van adquiriendo mediante actos intimidatorios. Sus objetivos están direccionados a incrementar su patrimonio ilegal, con bienes muebles e inmuebles, a los que buscan otorgarles un destino legal sin perjuicio de haber sido obtenidos a la inversa.

La voz oficial, según detallaron, es Luciano Cantero, quien opera desde el establecimiento penitenciario de la localidad de Marcos Paz, provincia de Buenos Aires, las 24 horas, ordenando atentados con armas de fuego contra diferentes personas, eligiendo a las personas que van a cumplir cada uno de los roles en los hechos, adquiriendo y disponiendo el uso de armas de fuego de gran poder ofensivo y vehículos (automóviles, motocicletas), autorizando el pago a los miembros de la organización por los “trabajos” realizados y por los “gastos” ocasionados a tal fin, decidiendo dónde se guardan o se esconden las armas de fuego y los vehículos utilizados por la banda, organizando y administrando la atención de los puntos de venta de estupefacientes y controlando su recaudación. En ese sentido, autorizan la venta de estupefacientes y dan el “visto bueno” de las zonas donde pueden operar “luz verde…luz roja” como trascendió en escuchas de imputaciones anteriores. El ejercicio de violencia que rodea dicha comercialización también se encuentra gestionado y/o amparado por ellos. En palabras sencillas, se comportan como dueños del territorio y ninguna actividad puede tener lugar allí sin su venia.

Entre otras maniobras delictivas en pos de la obtención de sus fines, se encuentra la modalidad extorsiva la cual era ejecutada por Érica Elena Bullón antes de resultar detenida, mediante la triangulación de llamadas entre las víctimas y su pareja Luciano.

El rol de Daniel Héctor Carni es imprescindible para la existencia y subsistencia de la empresa delictiva de la que es parte, siendo el principal proveedor de armas de fuego y material armamentístico. Está vinculado al comercio ilegal de armas, compra, venta y distribución de armas de fuego. Es la persona a la que contactan para la obtención de armamento y municiones a cambio de un precio. Es quien dota a la organización criminal de gran poder de fuego, medio elegido por excelencia para el ejercicio de la violencia en procura de sus objetivos. Estas armas de fuego y material balístico serían utilizadas por los integrantes de la banda y resguardadas por personas de confianza, entre ellos el organizador Dylan Tomas Baldón