Una joven de 30 años firmó la semana pasada un acuerdo abreviado por el cual aceptó haber amenazado a una mujer de barrio Godoy con el propósito de que abandonara la vivienda.

La condenada se llama Vanesa Soledad Galván y fue detenida el 1º de octubre pasado en Virasoro al 3600. Allí surgió que es hija de Carmen Arce, una mujer que se desempeña como jefa de la sección operadores territoriales de zona sur, perteneciente al Ministerio de Seguridad. De acuerdo a los voceros, sobre la progenitora no existe ninguna causa.

En octubre pasado, la muchacha fue imputada por formar parte de un grupo delictivo polirrubro liderado desde la cárcel por Pablo Nicolás Camino, miembro de la banda Los Monos, pero al momento de sellar el acuerdo la Fiscalía archivó la calificación por asociación ilícita.

Dentro del despliegue de violencia atribuido a la banda, a Vanesa la ubicaron como parte de las personas que amedrentaron a una mujer, Andrea R., con domicilio en Deán Funes al 7100, lo que le valió la imputación y condena por amenazas.

El 4 de octubre de 2020 esta vivienda fue rociada a tiros, en el marco de una extorsión ordenada por Jonatan “Amigo” Camino, que desde el penal le escribió a Andrea: “¿Por qué está la yuta en tu casa? Si seguís con la yuta va a ser peor”. Y siguió con un mensaje donde la instaba a “entregar la casa” porque quería “dominar barrio Godoy”

El 5 a las 18, cinco jóvenes no identificados aparecieron en la casa de Andrea R., que en ese momento no tenía ocupantes. Violentaron el ingreso, robaron objetos y se llevaron los papeles de un Volkswagen Gol; al irse encadenaron la puerta.

La tarde siguiente personas no identificadas volvieron a aparecer en la vivienda. Esta vez con un camión para fletes. Andrea no estaba y los intrusos se apoderaron de muebles, ropa y elementos de la casa.

Pocas horas después Vanesa apareció junto con Manuel Elías “Carita” Martínez, considerado gatillero de la gavilla. “Vas a tener que dar la plata que perdió Amigo con la yuta”, aseguraron declaraciones que dijo Carita. Vanesa Galván, por su parte, le pidió: “Entregá la casa”.

Amigo no era otro que Jonatan Camino. Ese mismo día le escribió a Andrea: “Vos ahora vas a pagar lo que perdí. Perdí 30 mil pesos con la yuta para que me liberen a los dos pibes porque tenían pedido de captura. A mí no me gusta perder plata, entonces la plata que perdí por salvar esas cabezas, la vas a tener que poner vos”.

Andrea, consta en la causa, terminó cediendo a la extorsión y combinó la entrega semanal de dinero. También entregó dos autos: un Fiat Uno y un VW Gol.

Un dato llamativo que surge de la investigación es que Andrea era la madrastra de Isaías Catán, un ex de Vanesa. Al ser asesinado el 5 de febrero de 2018 Isaías “dejó una deuda”, que Jonatan Camino procuraba cobrarse. Según la causa, Camino se jactaba de haber hecho matar a Catán por “dos pesos con cincuenta”.

Todo esta trama y el infierno que vivió la Andrea (en medio de las extorsiones falleció por diabetes su marido Ricardo) fue ventilada el 6 de octubre por el fiscal provincial Pablo Socca, de la Unidad de Balaceras, que acusó a 16 personas, entre ellas a Vanesa, de pertenecer a una subestructura de los Monos que desplazó a sangre y plomo de barrio Godoy y Villa Nueva a las facciones que respondían a Esteban Alvarado.

La condena a Vanesa Galván por amenazas en carácter de autora es a 2 años y medio fue acordada por el fiscal Pablo Socca con la defensora Edit Giraudo y fue homologado por el juez Florentino Malaponte.

Vanesa Galván recuperó la libertad, pero bajo reglas de conducta por un plazo de dos años. Otro punto del acuerdo es que deberá terminar los estudios secundarios. Y el resarcimiento de 100 mil pesos a la víctima de las amenazas.