La provincia incorporó 100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna
En un contexto de creciente demanda social por mayor seguridad y profesionalismo en el accionar policial, la provincia de Santa Fe dio un paso clave hacia la modernización de su fuerza: comenzó la capacitación oficial en el uso de armas de baja letalidad, entre ellas, las pistolas Taser y las lanzadoras Byrna.
La iniciativa es impulsada por el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad, y busca dotar a la policía de herramientas que permitan intervenir en situaciones críticas con un riesgo reducido para todas las partes involucradas. Para ello, se adquirieron mediante licitación 100 pistolas Taser, 100 lanzadoras Byrna, 600 cartuchos adicionales y 200 cámaras corporales.
El proceso formativo comenzó con un grupo de cuatro instructores maestros capacitados en Buenos Aires por la empresa fabricante, quienes hoy entrenan a 15 nuevos instructores que se desplegarán en toda la provincia. “Todos tienen años de experiencia en tiro y en docencia policial. Es un paso necesario para incorporar un recurso completamente novedoso en el uso progresivo de la fuerza”, señaló el comisario supervisor Manuel Berraz Montyn.
La práctica incluye simulaciones controladas, protocolos de seguridad rigurosos y acompañamiento médico para quienes participan en la experiencia con descarga real. El disparo de la Taser produce una inmovilización temporal que dura cinco segundos. Posteriormente, se realizan maniobras para evitar lesiones, y se resguardan los dardos para peritaje.
Las armas Byrna, por su parte, disparan proyectiles con componentes irritantes, representando una alternativa útil en situaciones de desborde o riesgo inminente, sin recurrir al armamento convencional.
Este enfoque busca prevenir excesos y mejorar la respuesta policial, garantizando también derechos y procedimientos claros en cada intervención. Las nuevas herramientas no reemplazan el criterio profesional ni el diálogo, pero ofrecen una vía intermedia cuando la urgencia lo requiere.
La formación en el uso de armas de baja letalidad refleja un cambio de paradigma en la seguridad provincial. Equipar no es solo comprar tecnología, sino formar con responsabilidad. La apuesta es clara: intervenir mejor, con menos daño, y más control.