Fueron más de 20 en la ciudad y alrededores, hay al menos dos personas identificadas pero prófugas

En el marco del asesinato del empleado policial Cesar Edgardo Carmona de 50 años, el pasado jueves pasado el mediodía, se libraron varias medidas para dar con los autores del crimen ocurrido en Lamadrid al 500, en la puerta de la AIC, cuando Carmona estaba por tomar su guardia.

Varias son las hipótesis, pero pocas las certezas de los Fiscales que llevan la causa. Una de las causas podría tratarse de que Carmona era testigo clave en el ataque que se produjo días atrás en la sede de la AIC, mismo lugar prácticamente que fue ultimado. Otra de las pistas, marcan que Carmona salía de realizar un servicio de adicional en una financiera de Italia al 800 y salió de la misma con una mochila, la cual hasta el momento no fue encontrada, además estaba de civil. Esta última se acrecenta, dado que le violentan el cristal trasero del Ford Fiesta que este conducía y que al momento de identificarse como empleado policial y extraer su arma, se habría producido un intercambio de disparos, que tampoco está confirmado por el MPA

Lo cierto hasta el momento es que del Citroën C 3 con el que cometieron el hecho, lo dejaron abandonado a tres cuadras y lograron extraer huellas digitales, identificando a tres personas, una de estas con un pedido de captura por homicidio en la localidad de Pergamino. Y también lograron establecer el auto en el que se habían retirado luego de dejar el Citroën, el mismo fue hallado en la zona norte, cerca del domicilio de uno de los sospechados como autores, que está identificado pero prófugo.

Tras esta pericia y otras más, realizaron más de 20 allanamientos en Rosario, barrio Fontanarrosa (Zona Cero), Nuevo Alberdi y en la localidad de San Lorenzo, donde no lograron aprehender a persona alguna, pero sí recabaron elementos de interés para la causa

El VW Gol Trend gris, fue encontrado esta madrugada abandonado sobre la Ruta Nacional 34 y Poblet y ahora se aguardan las pericias sobre el rodado que podría arrojar más sospechosos