/“Los subalternos de las bandas están peleando por quedarse con el negocio de las droga”

“Los subalternos de las bandas están peleando por quedarse con el negocio de las droga”

El ministro se refirió a los ataques del lunes y confirmó que hoy se están realizando 20 allanamientos más

El ministro de Justicia y Seguridad afirmó que el crimen organizado en Rosario atraviesa una etapa de atomización violenta y que el Estado debe responder con fuerza coordinada. En paralelo, se investigan maniobras de comunicación clandestina desde la Unidad Penitenciaria Nº 11de Piñero.

Rosario volvió a quedar bajo la lupa tras los ataques armados del lunes en barrio La Granada, donde resultó herido Dylan Cantero, quien continúa internado pero fuera de peligro, según confirmaron fuentes oficiales. En ese contexto, el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, brindó detalles acerca de los operativos desplegados en la ciudad y su zona metropolitana, durante el derribo de dos puestos de venta de drogas en Pérez.

El funcionario explicó que la dinámica criminal actual ya no responde a estructuras verticales como las de hace una década. Según indicó, hoy predomina “un escenario mucho más atomizado”, donde grupos subalternos disputan con extrema violencia pequeñas porciones del negocio del narcomenudeo. Esta fragmentación, sostuvo, multiplica los conflictos internos y eleva el nivel de agresión, incluso por encima del rédito económico que persiguen.

Frente a ese panorama, Cococcioni remarcó la necesidad de presentar “un frente unificado” desde el Estado. Tras los hechos del lunes, aseguró que hubo comunicación inmediata con la Fiscalía, el Ministerio de Seguridad de la Nación y autoridades locales para delinear un plan conjunto. Como resultado, se llevaron adelante 53 allanamientos el miércoles y otros 20 este jueves, todos orientados a distintas causas vinculadas al tráfico de estupefacientes, robos y hechos violentos.

Además, el ministro confirmó que continúan los controles estrictos en las unidades penitenciarias, especialmente en la cárcel de Piñero, donde se detectaron intentos de comunicación externa mediante destellos de luz o reflejos improvisados, presuntamente usando un código similar al Morse. En virtud de estas maniobras, las autoridades extremaron las restricciones y actualmente solo se permite un encendedor por pabellón.

Sobre la balacera en La Granada, Cococcioni señaló que aún se analizan indicios surgidos durante los allanamientos, aunque evitó realizar adjudicaciones prematuras. Las investigaciones continúan bajo la órbita judicial, con la premisa de no exponer a víctimas ni entorpecer las tareas oficiales.

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