La trama detrás del crimen por el que acusaron a Lucho Cantero como instigador. Con el estómago destrozado a balazos, Damián Gómez (imagen) expresó su última voluntad en la noche del 21 de junio de 2021. Los siete audios de WhatsApp que envió a su madre antes de morir se convirtieron en el grueso de la acusación contra quien fuera su amigo de la infancia, Uriel Luciano “Lucho” Cantero, quien este viernes y por decisión del juez Héctor Núñez Cartelle, quedó en prisión preventiva por el plazo de ley como instigador de ese crimen, uno de los 241 que marcaron el 2021 a sangre y fuego.

Lucho es uno de los hijos reconocidos del mítico líder de la banda Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero, el hombre que fue asesinado el 26 de mayo de 2013 y cuya muerte aún impune cambió el curso de la de historia criminal de la ciudad, según se especula en la calle.

Lucho, que va a cumplir 19 años este domingo 23 de enero, tuvo su primera aparición en la crónica policial en febrero de 2021 a raíz de la foto junto con el trapero Zaramay y otros jóvenes en la que exhibieron un arsenal dentro de una barbería del barrio 17 de Agosto. La postal se convirtió en una causa de intimidación pública para el músico y para Esteban Dantur, quienes recibieron una pena condicional. Por esos días Lucho se había entregado en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), pero a pesar de estar identificado, zafó de la acusación.

Luego Lucho comenzó a perfilarse como referente de una nueva camada de una célula de la banda Los Monos. En especial de un grupo de jóvenes sobre los cuales “tiene ascendencia”.

“No sólo la portación de apellido y la herencia de ser hijo del Pájaro, sino por los propios actos que él ha llevado adelante lo demuestran como alguien de jerarquía por lo menos en este grupo”, describió el fiscal Gastón Ávila. 

La noche de junio en que una dupla en una moto Tornado mató a Damián Gómez en Balcarce y Anchorena el nombre de Lucho comenzó a sonar como sospechoso desde un primer momento.

Luego de un allanamiento fallido en agosto –se encontraba de vacaciones en Córdoba junto con familiares–, Lucho cayó detenido este martes en su casa de barrio La Granada. En un bolso, le secuestraron una veintena de armas de fuego y unas 500 municiones.

No fue hasta este viernes con la evidencia revelada que se supo que la propia víctima había enviado siete audios señalando al joven del Clan Cantero como quien ordenó su muerte.

Esos audios fueron parte de la evidencia que citó el fiscal Ávila para acusarlo.

“La víctima antes de subirse a ese auto dice a su círculo íntimo que Lucho lo estaba buscando para matarlo; y luego mientras agonizaba y era trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) envía 7 audios de WhatsApp donde manifiesta el miedo que tiene de morir como última voluntad. “Me mandó a matar Lucho, denúncielo”, expuso el fiscal.

¿Qué fue lo que ocurrió entre Lucho y Gómez que terminó enemistándolos? Ávila dijo que “la víctima era amigo e incluso trabajaba –por así decirlo– en la venta de estupefacientes a las órdenes de Luciano Cantero. En marzo es detenido en el juzgado federal y a partir de ahí hay un quiebre en esa relación que es todavía materia de investigación; no sabemos si por el hecho de que fue detenido si por deudas que se pueden haber generado por la pérdida de material estupefaciente o dinero”.

En ese sentido un testimonio reservado tomado en junio señala: “Todo esto empezó hace tiempo, más de quince años atrás Damián se hizo amigo de Dylan y Luciano. Después cuando ellos fueron creciendo, Luciano le empezó a pedir a Damián que vendiera merca para él. En ese momento vendió para él en la calle, en el barrio La Granada. Así fue que desde el 2014, vendía para él y de todo lo que vendía le tenía que dar la plata a Luciano. Así fue que esta situación duró hasta hace un mes atrás que la policía de drogas de la PDI lo detuvo Damián, porque lo agarraron vendiendo la droga. Así fue que el quedó detenido, y tuvo una audiencia con un fiscal que le dio la libertad, pero que le dijo que si caía preso de vuelta no iba a salir. Cuando sale en libertad en el barrio granada, se cruzó con Lucho que le dijo a viva voz «A donde te agarre te voy a matar»”.

Aunque Damián Gómez decidió irse del barrio porque le habían baleado la casa, la amenaza terminó concretándose. Sobre los autores materiales el fiscal dijo que “alrededor de Lucho hay muchos jóvenes que se muestran con armas de fuego en hechos de actividad criminal, con mucho poder de fuego. Hay personas que están sindicadas y que pueden ser posibles autores pero todavía no hay evidencia suficiente”.

Capítulo aparte merece lo aportado por la madre de Gómez, vecina y allegada a la madre de Lucho y quien en un principio señaló al joven Cantero como quien estaba detrás del crimen de su hijo, pero más tarde se desdijo en un escrito: “Mi deseo es tener a quienes fueron los responsables (el que lo entregó, el que pagó y quien lo asesinó). Mediante este escrito quiero dejar descartado que Uriel sea quien ordenó matar a Damián mi hijo o quien haya participado de su homicidio. Como último pedido, como madre, sr. Fiscal investigue otras líneas de investigación”.

La acusación por homicidio no será la única cita de Lucho ante la Justicia. El sábado por la mañana se prevé que el fiscal Matías Edery lo impute junto con otros jóvenes por tenencia de armas y amenazas. Una saga aún por revelarse y que tiene como foco otra vez al clan Cantero, referentes del mundo criminales con capacidad de regenerarse, a juicio del fiscal Ávila: “Es atinado decir que Los Monos no era únicamente el Pájaro Cantero en su momento, no es únicamente el Viejo Cantero ni Guille; las personas van mutando y son fungibles quienes operan en los estratos inferiores de la banda”.