Un hombre de 33 años apodado Virulana fue imputado este lunes como autor del crimen del policía retirado José Norberto Gutiérrez, quien fue hallado en la mañana del 25 de noviembre de 2021 en casa de barrio Tablada con varias puñaladas. El juez Nicolás Foppiani le impuso al acusado prisión preventiva por el plazo de ley, es decir al menos dos años previos a una condena que podría ser de prisión perpetua, tal como prevé la calificación de homicidio criminis causa.

Gutiérrez tenía 68 años y vivía en Seguí 171, entre Colón y Necochea. Estaba divorciado y fue su ex pareja quien lo encontró degollado en la mañana del 25 de noviembre. La vivienda era un caos y era evidente que faltaban elementos.

El caso quedó en manos del fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo que delegó la pesquisa a personal de la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Las evidencias y los testimonios que recolectaron los detectives señalaron rápidamente a un sospechoso. Varios elementos sustraídos a Gutiérrez fueron hallados horas después en un pasillo de Necochea al 3900, sector conocido como “la U”, y una mujer fue presa por encubrimiento.

Pero no fue hasta este fin de semana pasado que Jonatan Matías “Virulana” J., el sospechoso, cayó detenido.

Ferlazzo lo imputó por “haber ingresado en el domicilio donde habitaba Gutiérrez y haberle propinado múltiples lesiones con arma blanca con la intención de causar su muerte para consumar la sustracción de su teléfono celular Samsung J2 Prime, una mini PC y su cable HDMI y su televisor LCD color negro, y para lograr la impunidad por el delito (teniendo en cuenta que la víctima lo conocía y que era personal policial retirado), causó su deceso por hemorragia masiva por heridas de arma blanca cervicales, logrando la efectiva sustracción de los elementos mencionados”.

La mención a que la víctima y el victimario se conocían fue importante para la calificación legal de homicidio criminis causa y robo calificado. Ocurre que el sospechoso estaba domiciliado a apenas dos cuadras de Gutiérrez, en Biedma al 100, y la hipótesis es que mató al jubilado para evitar ser reconocido. Una acción que puede castigarse con la máxima pena. Además, el fiscal solicitó al imputado su autorización para la extracción de sangre para cotejo de ADN y que, en su defecto, se disponga su extracción compulsiva. Finalmente, el juez Foppiani le impuso al menos dos años de preventiva mientras continúa la investigación.