Fue tras un caso de violencia de género en la que la policía tomó parte
El episodio ocurrió en la tarde del sábado en la zona sur de Rosario. Una mujer denunció a su pareja por violencia de género y, mientras era asistida, otra persona agredió a la policía y debió ser reducida con una Taser.
Cuando terminaba el domingo, un nuevo caso de violencia de género activó el protocolo de emergencia en Ovidio Lagos al 8500, en la zona sur de Rosario. Personal policial fue comisionado por la Central de Emergencias del 911 tras la denuncia de una mujer que aseguraba haber sido agredida físicamente por su pareja.
Al llegar al lugar, los efectivos entrevistaron a una mujer de 37 años, quien relató que su pareja, Franco Jonatan G la había insultado y golpeado en distintas partes del cuerpo. La mujer manifestó su voluntad de denunciar penalmente a su agresor. Ante esto, y encontrándose el hombre aún en el lugar, se procedió a su inmediata aprehensión.
Mientras se desarrollaban las actuaciones correspondientes, la víctima sufrió una descompensación, por lo que se solicitó la presencia del SIES para su atención médica. En ese mismo momento, una joven se hizo presente en el lugar. Al enterarse de lo ocurrido, reaccionó con violencia: se abalanzó sobre el móvil policial y comenzó a golpear y patear los cristales traseros.
Al intentar calmarla, la mujer agredió también al personal policial. Por este motivo, una suboficial debió utilizar su pistola Taser reglamentaria para contenerla. Una vez reducida, fue esposada e identificada como Brisa Ayelén V, fue trasladada al destacamento correspondiente.
El caso fue caratulado como violencia de género y resistencia a la autoridad, y se espera la intervención del Ministerio Público de la Acusación.
El uso de la pistola Taser por parte de la suboficial interviniente fue clave para contener una situación que escalaba rápidamente en violencia. Ante la agresión física directa hacia el personal y los daños al móvil policial, la utilización de este dispositivo no letal permitió reducir a la joven sin causarle lesiones de gravedad, priorizando la seguridad de todos los presentes. Este accionar, encuadrado dentro del protocolo vigente, refleja la importancia de contar con herramientas intermedias que brinden una respuesta eficaz y proporcional en escenarios de crisis, especialmente cuando hay riesgos para la integridad física de terceros o de los propios efectivos.