Imputaron a dos hombres por amenazar a comerciantes
Rodrigo Ortigala y Alejandro Belinatto fueron imputados por múltiples hechos de tentativa de extorsión, uno de ellos con un violento ataque armado que dejó a una mujer fallecida por causas indirectas. El juez dictó prisión preventiva para ambos.
El lunes se llevó adelante una audiencia imputativa, la cual pasó a cuarto intermedio y culminó este martes contra Rodrigo Ortigala (47 años) y Alejandro Fabio Belinatto (34) por múltiples hechos de tentativa de extorsión ocurridos en Rosario entre abril y agosto de 2021. Uno de los episodios incluyó un ataque armado a un local comercial ubicado en Bv. Rondeau al 4100.
En el primer caso, el dueño de una concesionaria comenzó a recibir mensajes amenazantes luego de que un supuesto cliente lo advirtiera sobre su vínculo con una organización criminal. Las amenazas se intensificaron durante meses, y el 8 de agosto de 2021 el local fue baleado desde una motocicleta. Ocho disparos calibre 9 mm impactaron en la vidriera y en un vehículo. Como consecuencia del violento episodio, una mujer de 62 años falleció por un evento cardiovascular mientras esperaba el colectivo frente al comercio.
El segundo caso involucró a otro comerciante de la zona de Servando Bayo al 1200, quien también fue abordado por un hombre que le exigía dinero. Días después, recibió mensajes extorsivos desde el mismo número utilizado en el primer hecho.
Una tercera víctima, propietaria de una cochera en barrio Echesortu, fue contactada bajo la misma modalidad: advertencias presenciales, mensajes intimidantes y una pintada amenazante en el portón del local.
El fiscal Federico Rebola imputó a Ortigala como autor y coautor en tres hechos de tentativa de extorsión —uno de ellos agravado por el uso de arma de fuego— y a Belinatto como coautor en dos de ellos. Se les atribuye haber actuado junto a otras personas aún no identificadas.
El juez Rodrigo Santana ordenó prisión preventiva efectiva para Ortigala por el plazo de ley y prisión domiciliaria para Belinatto.
Los hechos imputados muestran un patrón de violencia y hostigamiento que generó temor y puso en riesgo a terceros. La investigación determinó coincidencias entre las líneas telefónicas utilizadas y los acusados, vinculándolos directamente con las maniobras extorsivas.
