Tras la amenaza recibida, reforzaron al doble la seguridad en el perímetro del Centro de Justicia Penal

El llamado entró el lunes por la noche a la Central de Emergencias 911, “suelten a los Cantero, si no, vamos a matar a los fiscales”, dijo la voz anónima. La amenaza, en medio del juicio por la saga de ataques a balazos que se le sigue a una célula de Los Monos, despertó el alerta de la vigilancia al Centro de Justicia Penal (CJP) y en los domicilios particulares de los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada, que investigan el caso, siendo recién el miércoles el día que tomaron la decisión de redoblar la custodia de las fuerzas federales en todo el perímetro

La comunicación trascendió este miércoles, cuando el vocero del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Sebastián Carranza explicó: “El lunes por la tarde nos ponen en aviso por parte del 911 que había ingresado una llamada en la cual manifiestan que se libere a ciertas personas que están relacionadas a un juicio que se lleva en este momento y a todos los detenidos relacionados a una banda. Si no, iban a atentar contra la vida de los fiscales”.

En rigor, la comunicación refirió a “Los Cantero”, según trascendió, y no hizo referencia a fiscales en particular, aunque la custodia se intensificó en los cuatro que están llevando adelante el juicio

El llamado ameritó el refuerzo de las custodias de edificios judiciales, ahora a cargo de fuerzas federales.

Ariel Máximo “Guille” Cantero es juzgado junto con Daniel Alejandro “Teletubi” Delgado, Damián Oscar “Tito” Chávez, Lucía Uberti, Leonel Alejandro Fernández, Leandro “Chulo” Olivera y Matías Nicolás César por los ataques a edificios judiciales y casas de jueces que comenzaron el 29 de mayo de 2018 y culminaron el agosto de ese año. Para Guille, Uberti y César, los fiscales Matías Edery, Miguel Moreno, Aníbal Vescovo y Gastón Ávila solicitaron penas de 24 años.   

El juicio llegará a su conclusión en la primera semana de octubre, adelantó el vocero de la fiscalía.

Sin embargo, la nueva amenaza se dio en un contexto particular, en medio de audiencias preliminares al megajuicio a la banda de Esteban Alvarado y una semana después de que fuera imputado otro peso pesado de la ciudad: Yalil “Turco” Azum, acusado de financiar y lavar dinero de bandas narco, en conexión con las barrabravas de Newell’s y Central.

En ese marco, Alvarado será juzgado, entre otros delitos, por intentar desviar la investigación en su contra plantando pistas falsas que conducían a la banda Los Monos, con la ayuda de los condenados Marcelo y Martín Rey, ex agentes de la Policía de Investigaciones (PDI).

La banda de Alvarado está acusada de perpetrar la “segunda saga” de ataques a edificios judiciales. Fue el 10 de diciembre de 2018 y los agresores pasaron en vehículos y dispararon de noche a los ventanales de calle Rueda del CJP. Unos 20 minutos antes, pasado por el frente de los Tribunales provinciales y dispararon contra el ingreso que está por Montevideo entre Balcarce y avenida Pellegrini. Ahí dejaron un cartel que rezaba: “Con la mafia no se jode: Atte Esteban Alvarado”.