La Unidad Penitenciaria Nº 13 promete ser un hito en infraestructura carcelaria: seis módulos simultáneos, 1.920 plazas y una inversión histórica de $118 mil millones.
En un contexto donde la seguridad es una demanda urgente, el Gobierno de Santa Fe avanza con una de sus apuestas más ambiciosas: la construcción de la Unidad Penitenciaria Nº 13 en Piñero. Con un presupuesto superior a los $118 mil millones, 21 empresas se presentaron para ejecutar la obra, que se desarrollará en seis frentes simultáneos y tendrá capacidad para alojar a 1.920 internos.
La secretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri, explicó que esta unidad permitirá vaciar comisarías —hoy colapsadas— y devolver a la Policía a las calles. La nueva prisión se integrará al complejo penitenciario ya existente, donde también se construye “El Infierno”, una cárcel de máxima seguridad para criminales de alto perfil.
Diego Leone, secretario de la Unidad Ejecutora, detalló que cada módulo contará con 168 celdas dobles y que una empresa distinta asumirá la construcción de cada uno, acelerando así los tiempos de obra. La meta es clara: tener todo listo en 16 meses.
Más allá del alojamiento, el proyecto prevé aulas, talleres, un centro médico con aislamiento para enfermedades infecciosas y espacios para la reinserción. No es solo cemento: es parte de una estrategia para enfrentar el delito desde su raíz estructural.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García, destacó el trabajo legislativo conjunto para dotar al Ejecutivo de herramientas legales que acompañen esta transformación.
La construcción de la Unidad Nº 13 no es solo una obra: es un mensaje. Frente a la violencia organizada y el hacinamiento, el Estado responde con planificación, inversión y presencia. En tiempos difíciles, el sistema penitenciario santafesino se reinventa, con infraestructura como herramienta clave para una seguridad sostenible.