Quedaron detenidos por abuso de poder y hurto
Cuatro efectivos de Gendarmería Nacional fueron imputados por abuso de autoridad y hurto agravado tras un control vehicular irregular. Uno de ellos, además, coaccionó a las víctimas para evitar la denuncia. Este viernes el Centro de Justicia Penal de Rosario fue escenario de una audiencia que sacude la confianza en las fuerzas de seguridad. Cuatro efectivos de Gendarmería Nacional Argentina —Santiago Hernán Romero, Alejandro David Pacheco, Carla Cecilia Santillán y Diego Emanuel Torales— fueron imputados por delitos graves cometidos durante un operativo vehicular en la vía pública.
Los hechos ocurrieron el 22 de julio alrededor de las 22:45, en la intersección de Bouchard y Servellera. Según la Fiscalía, los uniformados interceptaron a una familia que circulaba en su vehículo, la hicieron descender sin causa justificada, y procedieron a requisar el auto. A pesar de que los ocupantes ya habían sido identificados y no existía motivo legal para continuar con el procedimiento, los gendarmes avanzaron de manera irregular.
Durante la requisa, uno de los imputados sustrajo dinero del interior del rodado. Luego, todos se retiraron del lugar en la camioneta oficial. A esto se suma que, más tarde, el gendarme Romero se acercó a las víctimas para persuadirlas de no denunciar, insinuando represalias si lo hacían, configurando así un claro caso de coacción.
El juez de primera instancia, Dr. Postma, avaló la imputación presentada por el fiscal Iván Enríquez y ordenó prisión preventiva efectiva para los cuatro acusados, mientras continúa la investigación.
Este caso vuelve a encender el debate sobre el control y la transparencia dentro de las fuerzas de seguridad. La responsabilidad que recae sobre quienes deben garantizar el orden no puede ser vulnerada con impunidad. La justicia debe avanzar con celeridad y firmeza para evitar que el abuso de poder se naturalice.