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Un hogar, una herida mortal

El crimen que sacudió a Capitán Bermúdez: una discusión entre hermanos terminó en tragedia

Una pelea familiar en una casa de Yapeyú al 400 terminó con un joven de 21 años apuñalado en el pecho. Murió tras horas de agonía. Su hermano menor, de 16 fue detenido y quedó a disposición de la justicia juvenil.

El martes después de las 19, una llamada a la Central de Emergencias del 911 alertó sobre un joven herido en Yapeyú al 400, en Capitán Bermúdez. El hecho, según informaron fuentes oficiales, se habría originado en una fuerte discusión familiar. Al llegó la policía, donde hallaron a Rubén Marcelo Arévalo de 21 años, con una herida de arma blanca en el pecho.

La ambulancia del SIES lo trasladó de urgencia al Hospital Eva Perón, en Granadero Baigorria, ingresando a quirófano con una lesión cardíaca grave. Durante más de 24 horas permaneció en terapia intensiva, con asistencia respiratoria y drogas inotrópicas, pero su estado no mejoraba. Finalmente, en la madrugada del miércoles fue derivado al Hospital Centenario por complicaciones en su cuadro, donde lamentablemente falleció.

El presunto agresor, su hermano menor de 16 años, fue detenido ese mismo día en Formosa al 500. Se entregó sin resistencia en presencia de su padre. Tras ser revisado por el médico policial, fue trasladado a la Comisaría 2º de Capitán Bermúdez. Luego, por orden de la fiscal de turno Romina Cocomazzi, fue derivado al Centro de Admisión y Derivación (CAD) de Rosario, que depende del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.

El caso está caratulado como “homicidio”, y la justicia ya evalúa los pasos procesales a seguir con el menor imputado. El entorno familiar aún no sale de la conmoción.

Lo que comenzó como un conflicto familiar terminó en una tragedia irreparable. La muerte de Rubén Arévalo pone en evidencia cómo la violencia intrafamiliar puede escalar hasta límites impensados. Ahora, la justicia deberá intervenir para establecer responsabilidades y dar respuestas en un caso donde la víctima y el victimario comparten sangre y una historia que, desde este martes, cambió para siempre.

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