Santa Fe avanza con la cárcel más segura del continente
Diez ofertas compiten por blindar “El Infierno”, el penal de máxima seguridad que alojará a los criminales más peligrosos de Argentina. Será único en Sudamérica y costará más de $34.000 millones.
La provincia de Santa Fe dio un paso decisivo en la construcción de “El Infierno”, la Unidad Penitenciaria N° 8 que se levanta en Piñero. Este miércoles se abrieron las ofertas económicas para la construcción del doble muro perimetral, torreones y edificios operativos del complejo carcelario destinado exclusivamente a narcos, sicarios y líderes criminales de alto perfil.
Con un presupuesto oficial de $34.484 millones, la licitación atrajo a diez empresas constructoras, lo que da cuenta de la magnitud y el interés que despierta el proyecto. La obra no solo apunta a reforzar la seguridad penitenciaria, sino también a redefinir los estándares carcelarios en la región.
“Esta cárcel no tiene antecedentes en Sudamérica. Tuvimos que diseñarla desde cero”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni. “Ya no alcanza con evitar fugas. Hoy se necesita resistir drones, ataques externos e intentos de rescate con helicópteros”, explicó, dejando en claro que “El Infierno” está pensado para lo impensado.
El muro perimetral tendrá 10 metros de altura, se extenderá por 1.800 metros y contará con torreones de vigilancia cada 70 metros. También se construirá una torre central de 36 metros con visibilidad total del predio. Adentro, el penal ofrecerá 1.152 celdas individuales, sin contacto físico, y servicios como helipuerto y centro médico.
Funcionarios del área coincidieron en que este penal permitirá aislar completamente a los internos más peligrosos del país, sin contacto ni siquiera con otros presos. Para el gobierno provincial, representa un cambio estructural en la forma de enfrentar el crimen organizado.
La construcción de “El Infierno” marca un antes y un después en la seguridad penitenciaria argentina. Santa Fe apuesta fuerte: con infraestructura sin precedentes, busca aislar a quienes manejan redes criminales desde la cárcel y blindar a la sociedad frente a ese poder oculto