Se tratan de 11 integrantes que regenteaban estupefacientes en Barrio Godoy

Una organización criminal dedicada a la venta de estupefacientes en el oeste rosarino fue desarticulada tras una investigación iniciada por un homicidio. La justicia imputó a 11 personas por integrar una estructura jerárquica que operaba en el Barrio Godoy.

En el marco de una audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal, los fiscales Lisandro Artacho y Franco Carbone imputaron a once personas por el delito de comercialización de estupefacientes agravada, en calidad de coautores. La investigación, que comenzó tras el homicidio de Gustavo Fernándezprimo del líder narco Guille Cantero— reveló la existencia de una banda organizada que operaba de forma sistemática y estructurada.

La jefa de la organización fue identificada como Jesica “La Fea” González, novia del “Morocho” Mansilla, era quien ya contaba con una condena federal por el mismo delito y cumplía prisión domiciliaria. A través de escuchas telefónicas e investigaciones posteriores, detectaron que González seguía dirigiendo las operaciones de la banda desde su casa. Su rol incluía la provisión de drogas, control de ventas y coordinación de jerarquías internas.

El resto de los imputados desempeñaba funciones específicas: desde la logística y distribución, hasta la venta directa en la vía pública. Los estupefacientes, principalmente cocaína, se comercializaban en espacios abiertos, como plazas y pasillos del barrio Godoy y también en zonas cercanas al Centro Penitenciario Rosario de 27 de Febrero al 2700

Además de los 11 detenidos, hay cuatro personas con pedido de captura y otras diez en proceso de identificación, lo que da cuenta de la amplitud y organización de esta red delictiva.

La imputación de estos once individuos marca un paso importante en la lucha contra el microtráfico en Rosario, quienes quedaron con prisión preventiva por el plazo de ley. La investigación expuso una red criminal que, pese a las condenas previas de sus líderes, seguía operando con una logística aceitada y jerarquías definidas. La articulación entre fiscales y fuerzas de seguridad resultó clave para avanzar en una causa que pone el foco en la salud pública y la seguridad barrial.