Otra vez recrudecen las calles de Rosario
Una balacera frente al HECA, con una nota amenazante dirigida a Dylan Cantero, puso en alerta a las autoridades. El ataque ocurrió horas después de que el joven recibiera el alta médica.
Rosario vivió una semana marcada por la violencia armada, con una seguidilla de heridos de bala que superó el promedio habitual y un hecho particularmente alarmante ocurrido en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Muy común en tiempos en los que se aproximan elecciones
El jueves por la tarde, desconocidos a bordo de una motocicleta dispararon contra la fachada del HECA, dejando tras de sí una nota manuscrita dirigida a Dylan Cantero, recientemente dado de alta en ese mismo centro médico. Cantero había estado internado allí tras ser baleado el miércoles frente a su casa, en Caña de Ámbar al 1800
El ataque, que forzó el cierre de la guardia del hospital, generó un fuerte despliegue policial en la zona y provocó momentos de pánico entre trabajadores del lugar. Una empleada del conmutador se encontraba atendiendo una llamada cuando los disparos impactaron en la ventana a escasos metros de su posición. Afortunadamente, no resultó herida, pero el susto fue profundo.
Dylan Cantero fue trasladado para prestar testimonio por dicho ataque al Centro de Justicia Penal, donde declaró en relación al mismo. Las autoridades no descartan que el tiroteo al hospital esté directamente vinculado con su internación y posterior salida del nosocomio.
Además, durante la semana, se registraron otros episodios de violencia armada: de las últimas horas, en Gorriti y Liniers, un hombre de 38 años recibió un disparo en la cabeza y permanece internado en estado reservado en el HECA.
Como parte de las medidas preventivas, se montaron operativos en puntos sensibles de la ciudad, incluyendo el mismo hospital y el entorno del Centro de Justicia Penal.
Rosario atraviesa una nueva escalada de hechos vinculados al crimen organizado, y los pesquistas no descartan que también existan motivos políticos para realizar semejante atrocidad, aunque las investigaciones están en curso, el temor se apodera nuevamente de trabajadores, pacientes y vecinos, en medio de una contienda electoral que nos espera dentro de una semana