El crimen que conmocionó a Rosario avanza hacia juicio
La Justicia admitió la acusación contra Damián Reifenstuel, Ariel Cabrera y Juan José “Tuerca” Massón por el homicidio de Ivana Garcilazo, asesinada tras un partido de fútbol en 2023. La Fiscalía pide 30 años de prisión.
Una agresión mortal disfrazada de rivalidad futbolera
Rosario, ciudad con historia futbolera intensa, fue testigo de un crimen que nada tuvo que ver con el deporte, este martes, se celebró la audiencia preliminar contra Damián Reifenstuel (46), Ariel Cabrera (44) y Juan José “Tuerca” Massón (42), acusados del asesinato de Ivana Garcilazo, una joven de 33 años que perdió la vida por llevar una camiseta de Rosario Central.
La Fiscalía los acusa de homicidio agravado por haber sido cometido con ocasión de un espectáculo deportivo, en calidad de coautores. El Juez Fernando Sosa formalizó la acusación, rechazó los planteos de la defensa y prorrogó la prisión preventiva hasta octubre de 2026.
El hecho: una piedra, una camiseta, una muerte evitable
El 30 de septiembre de 2023, tras el clásico entre Rosario Central y Newell’s Old Boys, los tres imputados se encontraron en la zona de Catamarca e Iriondo para mirar el partido. Luego, se dirigieron a la intersección de Montevideo y Ovidio Lagos. Allí, Ivana Garcilazo, vestida con indumentaria del club canalla, circulaba en moto junto a su pareja.
Al verla identificada con Rosario Central, los acusados tomaron baldosas de la vereda y las arrojaron hacia ella. Una de las piedras impactó directamente en su cabeza. La joven cayó desvanecida, golpeó contra el pavimento y murió por un traumatismo craneoencefálico grave.
Según la Fiscalía, no fue un acto impulsivo, sino una agresión conjunta y coordinada. Reifenstuel y Massón escaparon, mientras Cabrera se acercó con intención de agredir al novio de Ivana, quien intentaba auxiliarla. En el forcejeo, Ariel se llevó una linga metálica y huyó.
La investigación llevó meses. Ariel Cabrera fue detenido el 12 de octubre de 2023. Juan Massón, el 26 del mismo mes. Damián Reifenstuel, en cambio, había huido a Bolivia y fue capturado por Interpol en Samaipata el 25 de febrero de 2025.
Durante la audiencia preliminar, el fiscal Lisandro Artacho, junto a las fiscales Carla Ranciari y Laura Ricardo, sostuvo que los tres agresores “actuaron de forma conjunta, cada piedra aumentó el riesgo sobre Ivana. Los tres son coautores”.
Artacho destacó que el juez “rechazó el planteo defensivo de que se trató de una simple agresión”, y desestimó el pedido de juicio por jurado por no encuadrarse en los casos previstos por la nueva legislación vigente. También subrayó: “Queremos que sea un juicio con pleno ejercicio del derecho a defensa, pero con la condena más justa posible”.
El caso irá a juicio en 2026, con una pena solicitada de 30 años para cada uno de los imputados. La defensa alegó problemas de visión de uno de los acusados, pero el juez no dio lugar a ese argumento.
Este hecho no solo enluta a una familia, sino que interpela a una sociedad donde la violencia se esconde tras colores, camisetas o rivalidades. Ivana Garcilazo fue asesinada por portar una identidad deportiva, pero el crimen habla de una intolerancia más profunda y extendida.