El gobierno equipa al Servicio Penitenciario tras seis años de espera

La vicegobernadora Scaglia encabezó la entrega de uniformes en la Unidad Penitenciaria Nº 12 de Rosario. El Gobierno provincial invertirá $29.000 millones para equipar tanto al Servicio Penitenciario como a la Policía de Santa Fe.

Este sábado, la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, y el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, encabezaron en la Unidad Penitenciaria Nº 12 de Rosario el acto de entrega de 161 nuevos uniformes para agentes del Servicio Penitenciario. Se trata del primer paso de una inversión histórica de $29.000 millones destinada a equipar a las dos fuerzas de seguridad provinciales.

La entrega se enmarca en un plan integral para dotar a los agentes de los elementos necesarios para cumplir sus tareas en condiciones dignas y seguras. La medida marca un giro respecto a años anteriores, cuando muchos agentes debían adquirir sus propios uniformes.

En esta primera instancia, los beneficiarios fueron los agentes de la Unidad Nº 12, pero el plan contempla la distribución de 5.250 uniformes a todo el personal penitenciario de la provincia. Se incluyen uniformes administrativos, de campo y para grupos operativos especiales, como el GOEP y el GORO.

Cada conjunto está compuesto por camisas, pantalones, remeras, borcegos, gorros, capas impermeables y otros elementos esenciales para la función penitenciaria.

“Esto es parte de nuestro respaldo a las fuerzas”, declaró Scaglia, quien destacó la importancia de que el personal cuente con indumentaria en condiciones y con los niveles de seguridad que exige su labor diaria.

El ministro Cococcioni agregó: “Fortalecer a la Policía y al Servicio Penitenciario es darles herramientas concretas. Hoy, además de armamento y protección, entregamos uniformes: son identidad, son trabajo, y también son una forma de respeto institucional”.

Lucía Masneri, secretaria de Asuntos Penales, subrayó que hace seis años no se entregaban uniformes completos, y remarcó que este proceso busca llegar al 100 % del personal, incluyendo a quienes se sumen próximamente a la fuerza.

La iniciativa busca no solo mejorar las condiciones laborales del personal penitenciario, sino también enviar un mensaje de compromiso institucional con la seguridad y la dignidad del trabajo dentro del sistema carcelario. Tras años de desinversión, el Estado retoma un rol activo en el fortalecimiento de sus fuerzas. La promesa: equipar para proteger y profesionalizar.