Dos operativos terminaron con cuatro detenidos y droga incautada
Un adolescente fue aprehendido con más de un kilo de cocaína en zona oeste de Rosario. Horas más tarde, otros tres jóvenes fueron detenidos con 60 envoltorios listos para la venta. El narcotráfico barrial no se detiene.
Dos intervenciones policiales en Rosario, ocurridas el mismo día y con apenas horas de diferencia, expusieron una preocupante realidad: el avance del microtráfico de drogas en los barrios, muchas veces protagonizado por jóvenes.
El primer operativo fue realizado por la Dirección General de Policía de Acción Táctica ayer por la tarde en la intersección de Formosa y Carrasco. Mientras patrullaban la zona, los agentes observaron a un joven con actitud sospechosa y una bolsa de residuos negra. Al notar la presencia policial, el adolescente huyó a pie. Tras una breve persecución, fue aprehendido al caer en la entrada de un pasillo. En el interior de la bolsa descartada se encontró un trozo compacto envuelto en cinta amarilla con más de un kilo de cocaína, de la que se presupone que no está estirada y sería de la máxima pureza. También secuestraron un celular dañado.
Horas más tarde, a las 20:30, personal de la Brigada Motorizada realizó otro procedimiento en Brasil al 2700, también en Rosario. Al notar la presencia policial, tres hombres escaparon hacia un pasillo. Uno de ellos arrojó una bolsa de nailon rosa que contenía 60 envoltorios con una sustancia similar a la cocaína. Fueron detenidos: Sebastián Alan V. (34), Nahuel Darío F. (19) y Agustín Miguel P. (17). En total, secuestraron casi $50.000 en efectivo.
Ambos casos fueron puestos a disposición de la Justicia. En el primero intervino el fiscal de Flagrancia Carlos Álvarez y en el segundo, la causa quedó en manos de las autoridades competentes por infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes 23.737.
Los procedimientos dejan al descubierto cómo el narcomenudeo se infiltra en las rutinas de los barrios y cómo adolescentes y jóvenes son parte de redes que los exponen al delito y a la violencia. El trabajo policial sigue siendo una pieza clave, pero también lo es una mirada integral para frenar este fenómeno desde su raíz social.