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Abuso, amenazas y droga

Dos casos que revelan la violencia oculta en lo cotidiano

En menos de 24 horas, dos intervenciones policiales en Rosario y Funes expusieron situaciones graves: abuso sexual contra menores y tenencia ilegal de marihuana en un domicilio allanado por una denuncia de violencia de género.

La violencia en sus múltiples formas volvió a manifestarse con crudeza en la región. En dos hechos ocurridos con pocas horas de diferencia, personal policial de Rosario y Funes actuó en situaciones que involucraron desde abuso sexual hasta la tenencia ilegal de plantas de cannabis en el marco de un conflicto por violencia de género. El primero de los episodios tuvo lugar en Sarmiento al 800, en la ciudad de Funes, donde una mujer denunció que su ex pareja le impedía ingresar al domicilio que compartían, además de amenazarla verbalmente. Mientras radicaba la denuncia, un vecino alertó que dos hombres habían entrado a la vivienda. Al llegar, el personal policial encontró a los sujetos —supuestamente enviados por el ex— dentro de la propiedad. Allí se descubrió una carpa “indoor” con seis plantas de marihuana, extractores, reflectores, una bolsa con cuatro plantas más y frascos con flores de cannabis. Los dos hombres fueron detenidos junto con un menor. El material fue secuestrado bajo la figura de infracción a la Ley 23.737.

Mientras tanto, en Rosario, durante la madrugada, una llamada a la Central de Emergencias del 911 movilizó a la policía, hacia Felipe Moré al 2500 por un presunto abuso sexual. Una joven de 26 años y dos niñas, de 10 y 12 años, fueron las víctimas. Un familiar de la denunciante logró seguir al presunto agresor, identificado como Julio César M de 38 años y lo señaló ante la policía. Fue arrestado en Riobamba al 6400. El fiscal de delitos sexuales, Diego Mineiro, dispuso la asistencia de las víctimas en el Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales (CAVS) y el traslado del imputado a la Comisaría 32º

Ambos casos, aunque diferentes, evidencian una constante: la vulnerabilidad de las víctimas en escenarios donde lo cotidiano se vuelve peligroso. Detrás de una separación o en el silencio de la noche, el riesgo puede aparecer sin previo aviso. Desde la amenaza de un ex hasta un abuso sexual contra menores, estas historias nos obligan a mirar más allá de las estadísticas. Porque detrás de cada intervención policial hay vidas, vínculos rotos, derechos vulnerados y una sociedad que aún lucha por proteger lo básico: la integridad de sus ciudadanos. Actuar rápido es clave, pero prevenir sigue siendo el mayor desafío.

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