Franco, Claudio y Cristian Toloza enfrentan cargos por hechos de abuso de armas y narcomenudeo
La violencia volvió a tener nombre propio en el barrio San Francisquito. Este miércoles, tres hermanos fueron imputados por una serie de hechos que combinan venganza, drogas y armas. Se trata de Franco, Claudio y Cristian Toloza, conocidos en la zona como “Los Hermanos Macana”, quienes quedaron en prisión preventiva por tres meses tras una audiencia en el Centro de Justicia Penal.
Los hechos se remontan al 26 de enero, cuando se produjo una balacera en Amenábar al 3900. Según la investigación, los disparos —al menos 19— estuvieron dirigidos contra la vivienda de una mujer, a quien acusaban de haber provocado un ataque previo en el que un chico de 12 años, allegado al Clan Toloza, resultó herido. La fiscalía sostiene que los hermanos actuaron en represalia.
Franco Toloza fue detenido el pasado 9 de julio junto a Carina Gómez, tras un procedimiento del Comando Radioeléctrico en Rueda al 3900. Allí les secuestraron más de 170 gramos de droga lista para el narcomenudeo. Esa intervención policial se había originado justamente por una denuncia de balacera en la cuadra.
Luego, el fiscal César Pierantoni pidió nuevos allanamientos. El lunes, la Policía Federal irrumpió en un domicilio de Amenábar entre Lavalle y Avellaneda, donde arrestaron a Claudio y Cristian. En la casa hallaron una carabina calibre 22, municiones, cocaína fraccionada y varios celulares.
Lo de los hermanos Toloza no parece un caso aislado, sino parte de una dinámica cada vez más común: familias enteras envueltas en delitos, violencia como respuesta inmediata, y un tejido social roto por años de impunidad. La Justicia, al menos por ahora, los mantiene tras las rejas. Pero el problema es mucho más profundo que tres nombres propios.