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Una condena activa, una coima frustrada y detenidos

Un hombre con pedido de captura por contrabando de estupefacientes fue interceptado en Rosario

La escena podría haber sido parte de un thriller judicial, pero ocurrió en plena calle y a la luz del día. Este viernes alrededor de las 20, cuando personal policial apostado en un control vehicular en la intersección de Uriburu y Francia identificó una Toyota Hilux blanca. Lo que parecía un procedimiento de rutina se convirtió en una detención de alto perfil.

El conductor, Gustavo Fernando R de 52 años, no sólo presentó una actitud sospechosa, sino que desde la Central de Emergencias del 911 se confirmó que sobre él pesaba una condena activa de 12 años de prisión por contrabando de estupefacientes. La medida, dispuesta por el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Córdoba, estaba vigente desde el año 2019.

Al ser consultado por la situación, el hombre reaccionó con evasivas, se mostró alterado y finalmente intentó sobornar al personal policial con una frase que lo delató por completo: “Si querés coima, arreglamos. Yo tengo plata en efectivo, ahora si querés te la doy”.

Tras una requisa, se le secuestraron $518.800 en efectivo cuyo origen no pudo justificar, un teléfono celular, zapatillas, billetera y hasta dos cajones con botellas de Coca-Cola. Fue trasladado a la Comisaría 21º, junto con el vehículo y los elementos incautados.

Este caso expone no sólo la persistencia de delitos federales como el contrabando de drogas, sino también la peligrosa normalización del soborno como intento de escape. La rápida acción policial y la negativa a negociar con la ilegalidad son una señal firme frente a quienes creen que el dinero puede comprar impunidad.

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