Dos condenas por el doble crimen en barrio Alvear
Dalma García y Julieta Gaitán salieron una madrugada a comprar golosinas y no volvieron. A 14 meses del ataque, los autores del crimen aceptaron penas de 20 y 21 años de prisión. La madrugada del 20 de mayo de 2024 dejó una marca imborrable en barrio Alvear. Dalma García (19) y Julieta Gaitán (23) fueron asesinadas a balazos mientras circulaban en una moto prestada, confundidas —según la principal hipótesis— con una tercera persona que era el verdadero blanco.
Este jueves, a más de un año del hecho, los sicarios improvisados César Omar Álvarez (34) y Juan Eduardo Medina (36) fueron condenados a 20 y 21 años de prisión, respectivamente, tras aceptar su responsabilidad como coautores de un doble homicidio agravado. La pena fue homologada por los jueces Leiva, Malaponte y Marcogliese, a pedido del fiscal Patricio Saldutti y con el consentimiento de las familias de las víctimas.
La reconstrucción de los hechos es tan clara como dolorosa: las jóvenes salieron a un kiosco desde la casa de una amiga, a bordo de una moto Honda XR que no era suya. Usaban también su casco y campera. A los pocos metros fueron interceptadas por dos hombres en otra moto que abrieron fuego sin mediar palabra. Una recibió cinco disparos; la otra, tres. La Policía capturó a los agresores minutos después, con el arma aún en su poder.
La investigación no halló vínculos entre las chicas y el narcotráfico. Por el contrario, todo indica que fueron víctimas colaterales de una venganza o ajuste mal dirigido. La moto, la ropa y el contexto hicieron que fueran confundidas con Ingrid, la amiga que les había prestado todo y que había sufrido una balacera meses antes.
Julieta y Dalma fueron víctimas de una violencia absurda que no distingue inocencia. Sus nombres hoy se suman a una lista de vidas truncadas por la confusión, la impunidad y un sistema que aún no logra frenar la lógica del gatillo fácil como forma de cobrar deudas.