La nueva unidad buscará a los delincuentes más peligrosos de la provincia

El gobernador Maximiliano Pullaro eligió Rosario como escenario para una promesa clara: no habrá escondite seguro para los que huyen de la ley. En un acto realizado este martes en la sede de la Policía de Investigaciones, presentó la Unidad de Capturas de Alto Perfil, un equipo táctico que tendrá una misión concreta y urgente: detener a los narcos, sicarios y prófugos más buscados de Santa Fe.

“Vamos a ir a cada cueva, barrio o casa donde estén escondidos”, dijo el gobernador, con un tono más de advertencia que de anuncio. La unidad está integrada por policías y agentes del Servicio Penitenciario con entrenamiento especializado, y trabajará bajo el Bloque Interagencial de Capturas, una mesa donde también se sientan fiscales, analistas criminales y organismos de inteligencia.

La novedad no es solo la decisión política, sino el nivel de equipamiento y planificación. La fuerza contará con drones con visión infrarroja, análisis de datos en tiempo real y tecnología táctica como los adaptadores Kit Roni que convierten pistolas en armas largas. Pero detrás de todo eso, hay algo más profundo: una apuesta por devolverle a la ciudadanía la sensación de que el Estado no está ausente, y que va por quienes decidieron vivir fuera de la ley.

En los próximos días, el ministro Pablo Cococcioni adelantó que se publicará la lista de los diez prófugos más buscados y se activará un programa de recompensas para quien aporte información útil. La idea es involucrar también a la sociedad en esta lucha, que dejó de ser exclusiva de los uniformados y pasó a ser una causa común.

La presentación de esta nueva unidad marca un punto de inflexión en la estrategia de seguridad de Santa Fe. Más allá de los anuncios y del despliegue, hay una señal clara: la impunidad ya no es una opción, y el Estado está dispuesto a ir hasta el fondo. La respuesta no es solo táctica, es también política y social.