Confirmaron que el ataque fue a traición y por la espalda
Pablo Nicolás Longo fue imputado por el homicidio agravado de Alejo Riveros. La Fiscalía sostiene que actuó por despecho y con alevosía. Piden prisión perpetua.
La tarde del 26 de abril, la barbería ubicada en México al 1200 bis, en Rosario, fue escenario de un crimen que sacudió al barrio. Alejo Riveros, de 28 años, fue asesinado brutalmente dentro de su local. Este miércoles, la Justicia imputó a Pablo Nicolás Longo, de la misma edad, como el autor del homicidio. La fiscal del caso, María de los Ángeles Granato, detalló que el acusado lo atacó “por la espalda, con premeditación y con una clara motivación pasional”.
La investigación, a cargo de la Fiscalía Regional 2, logró establecer la presencia de Longo en el lugar del hecho gracias a cámaras de seguridad, análisis de antenas telefónicas, testimonios de allegados y una pista clave: la huella de una zapatilla en la escena del crimen que coincide con el calzado habitual del sospechoso. Según la fiscal, existía una relación previa entre víctima y victimario, aparentemente marcada por celos y resentimiento ligados a una joven en común.
Durante la audiencia, Granato explicó que Longo golpeó primero con un objeto contundente y luego utilizó un arma blanca con la que le asestó múltiples heridas en el cuello y la espalda. Esto sustentó la calificación de homicidio agravado por alevosía, es decir, un asesinato cometido aprovechándose del estado de indefensión de la víctima.
La jueza Verón aceptó la imputación y dictó prisión preventiva por el plazo de ley. Además, anticipó que, dada la gravedad del hecho y la pena en expectativa —prisión perpetua—, el caso será juzgado por un jurado popular, tal como contempla la nueva normativa vigente.
El crimen de Alejo Riveros no solo deja una víctima fatal, sino también un fuerte mensaje sobre los peligros de la violencia emocional y los vínculos tóxicos que terminan en tragedia.