Extraoficial, se deslizó la teoría de un complot de mafias para causas terror

Cabecillas de células que componen el mundo narcocriminal rosarino, quedaron expuestos en el primer día de imputación, cuando este martes, comenzaron las imputaciones contra Macarena Solange Muñoz, Axel Uriel Rodríguez, Alejandro Isaías Núñez, Brenda Natali Pared y Gustavo Alejandro Márquez, quienes fueron detenidos la semana pasada en el marco de los operativos relacionados con los crímenes de los taxistas; Héctor Figueroa y Diego Celentano, el chofer de la línea K Marcos Daloia y el playero de la estación de servicios, Bruno Bussanich, junto a los abusos de armas cometidos contra la Comisaría 15º y un interno de la línea 122.

Tras un inicio acelerado donde los fiscales expusieron pruebas contundentes, luego de dos horas pasaron a un cuarto intermedio y trascendió que el menor que gatilló contra Bruno Bussanich (playero) también habría gatillado contra Figueroa, (el primer taxista asesinado en Lamadrid y Flamarión). También expusieron en la audiencia que estos crímenes habrían sido encargados por “Chuky” Monedita (Alejandro Isaías Núñez) desde el Pabellón 28 de la Unidad Carcelaria Nº11 en Piñero. La pareja de este, Brenda Natali Pared, quien está cumpliendo prisión domiciliaria en una vivienda de la localidad de Funes era quien reclutaba a los gatilleros, todos menores de edad. Además contaban con la complicidad Macarena Muñoz y su pareja (Gustavo Márquez) quienes eran los encargados de repartir el armamento con el cual llevaban adelante los atentados. Todo esto encargados, por el malestar de los reclusos por las medidas que tomaron desde el gobierno en endurecer los tratos, bajo la modalidad de reclusos de alto perfil

Otro dato que salió a la luz en la audiencia, fue el precio que cobraron los menores por los crímenes de los taxistas, según trascendió se habrían pagado 600 dólares aproximadamente, (200 por el primero y 400 por el segundo caso). También en la audiencia los fiscales revelaron que un testigo protegido, fue quien delató el accionar de esta banda, dando a conocer que el mismo menor que terminó con la vida, de Bussanich, habría sido quien ultimó a los taxistas; Figueroa y Celentano. Para el crimen del playero, el autor se habría tomado un UBER hasta Misiones al 2200, en Barrio Santa Lucía, donde buscó el arma y el cartel con la amenaza, en la casa de un sujeto que cumple con prisión domiciliaria y quien habría recibido directivas estrictas con una video llamada desde una cárcel federal, donde se especula que podría haber sido por parte de Esteban Lindor Alvarado. El automóvil en el que llegaron para ultimar a Bussanich, fue luego encontrado en a pocas cuadras en un descampado incendiado y se supo que lo habrían robado en Pueyrredón al 1500 el 1º de diciembre, cuando habría empezado a gestarse este movimiento de las bandas narcos, a sabiendas que podían recibir una restricción en el servicio penitenciario

El día después del crimen de Bussanich, el 9 de marzo, aparecía un trapo colgado sobre Circunvalación y Oroño, con amenazas de muerte, apuntando contra las nuevas medidas tomadas por el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Justicia y Seguridad Pablo Cococcioni, sobre esto, se supo que quien lo mandó a colgar fue Claudio “El Morocho” Mansilla, quien también está con una vasta condena alojado en el servicio penitenciario

Sobre la amenaza contra la familia de Ángel Di María, en las audiencias anteriores deslizaron la participación de integrantes del Clan Cantero, como autores intelectuales y quienes pagaron 4 millones de pesos a una pareja para que envíen la amenaza, estos ya están con prisión preventiva. Y que formaron parte del violento mes de marzo, piezas que comienzan a encajar en esta especie de pacto criminal para sembrar el pánico en la sociedad

La Dra Álvarez le dictó a todos los imputados la prisión preventiva por el plazo de ley