Hoy imputaron a un joven de 20 años por ese crimen y quedó detenido

Este martes se llevó adelante la audiencia imputativa contra Luis Fernando Lastra de 20 años, quien en la investigación que lleva adelante la Fiscal Paollicelli, está señalado como el sicario, que le quitó la vida a Lorena Itatí Vega, el pasado 12 de noviembre, en horas de la tarde, cuando se hizo presente en su casa de Juan B Justo al 8600, a bordo de una moto y acompañado de dos menores. Cabe señalar que el día anterior habían intentado cometer el hecho, pero una de las armas con las que llegaron al lugar no poseía cargador

Según trascendió en la audiencia, luego del peritaje que realizaron de los celulares, secuestrados en los allanamientos, el crimen fue encargado desde la cárcel a solicitud de un detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, donde le enviaban las ubicaciones de donde retirar las armas y el lugar de ataque, además la promesa remunerativa y el blanco que era el domicilio de Álvaro Pérez. En las indicaciones la remuneración era de 100 pesos, por un ataque a balazos, en caso de haber una muerte la cifra se duplicaba, pero al final, terminó cobrando 90 mil pesos por el crimen de Vega

La carátula de Lastra, se agrava por haber sido un acto cometido con dos menores, de 14 y 15, quienes ya prestaron declaración en el Juzgado de Menores y quedaron en libertad. Además trascendió que ambos, adolescentes, estuvieron presentes en el crimen de Leoncio Bermúdez, el subinspector de la policía que fue asesinado en la puerta de la guardia del Hospital Provincial, los mismos se habrían prestados para “hacer de campana” mientras un tercero aún no identificado, fue quien intenta el rescate del recluso y al salir gatilla contra Bermúdez  

El abogado defensor, solicitó una medida alternativa a la prisión preventiva, refiriendo la condición laboral de Lastra, abonando una fianza de medio millón de pesos, pero la Fiscalía se opuso pidiendo la prisión preventiva por el plazo de ley y tras formalizar la audiencia la jueza Silvia Castelli, dictó la solicitud de Paolicelli, por considerarse un homicidio calificado por precio o promesa, premeditado y agravado por el uso de arma de fuego y la participación de menores de edad