Imputaron a tres penitenciarios por un homicidio brutal en Piñero
La Justicia de Rosario imputó a tres agentes del Servicio Penitenciario por el asesinato de un interno en la Unidad Nº11
Este martes, en el Centro de Justicia Penal de Rosario, se llevó a cabo una nueva audiencia imputativa que expuso una escena perturbadora ocurrida dentro de una prisión: el asesinato de un interno, presuntamente habilitado por sus propios custodios. La fiscal María de los Ángeles Granato imputó a Hernán Eduardo Peralta como instigador, y a Julián Ezequiel Aguirre y Gustavo Ezequiel Raimondi como partícipes primarios del homicidio de Agustín de la Encina Cappelletti, ocurrido el 13 de enero de este año en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero. Todos eran agentes del Servicio Penitenciario provincial.
Según la acusación, la víctima fue agredida inicialmente por otros internos y forzada a ingresar a una celda de seguridad. Pese a estar bajo resguardo, los agentes Raimondi y Aguirre facilitaron el ingreso de detenidos al lugar, abriendo las puertas internas y del patio. Lo hicieron luego de que Peralta, superior jerárquico de ambos, se presentara en el sitio y diera órdenes que derivaron en la apertura del acceso. Lo que siguió fue una golpiza feroz: golpes, cortes y una retirada sin resistencia. Agustín murió ese mismo día a las 19 en el HECA.
El juez Fernando Sosa avaló la imputación por “homicidio calificado por abuso funcional” y dictó prisión preventiva para Peralta. Raimondi y Aguirre ya estaban detenidos desde enero.
El caso reabre un debate urgente sobre el rol del Servicio Penitenciario en la protección de personas privadas de libertad. La prisión no puede ser una sentencia de muerte encubierta. Agustín murió en una celda, bajo custodia estatal. Hoy, la justicia da un paso, pero la herida institucional permanece abierta.