Doce disparos interrumpieron la tranquilidad de una zona habitada en su mayoría por adultos mayores

Un pasaje estrecho, vecinos de toda la vida y una ráfaga de disparos. La escena parece extraída de una novela policial, pero ocurrió ayer por la tarde a en Rosario. Durante este viernes, al menos doce detonaciones sacudieron el Pasaje Francia al 3100, entre 27 de Febrero y Gálvez. Testigos coinciden: los tiros provinieron de una motocicleta que pasó en contramano y luego huyó por Pasaje Independencia.

En el lugar no hubo heridos, algo que los vecinos atribuyen al horario: el club cercano, donde suelen reunirse chicos y adultos mayores, aún no había abierto sus puertas. Sin embargo, las balas impactaron en el frente de al menos dos viviendas habitadas por personas mayores, ajenas, según relatan los lugareños, a cualquier conflicto delictivo.

La versión inicial indicaba un ataque directo. Pero con el correr de las horas emergió otra hipótesis: una persecución de la Policía Federal Argentina. Algunos testigos señalaron que dos hombres en moto eran seguidos por agentes federales —presumiblemente de civil— y que el acompañante habría abierto fuego en movimiento para disuadir a los perseguidores.

La Policía Federal confirmó más tarde que hallaron una moto abandonada en las cercanías y que el hecho derivó en una persecución activa. Esto refuerza la idea de un procedimiento encubierto previo al tiroteo.

Más allá de la hipótesis que termine por confirmarse, el hecho revela una situación alarmante: la violencia urbana volvió a irrumpir en una zona que venía tranquila, donde viven vecinos de toda la vida, lejos de cualquier lógica criminal. El silencio de la siesta fue roto por las balas, pero lo que no se apaga es la preocupación.