Sancionan a 46 personas en Rosario por vandalismo en la vía pública

La provincia aplica el derecho de admisión a quienes realizan pintadas vinculadas al fútbol. En Rosario ya hay 32 casos firmes y 14 en trámite. La prohibición tiene alcance nacional y puede extenderse hasta cuatro años en caso de reincidencia.

La Dirección Provincial de Seguridad en Eventos Masivos informó que, desde junio, 46 personas fueron detenidas en distintos operativos nocturnos por realizar pintadas y daños en la vía pública. La medida se enmarca en el régimen de derecho de admisión y rige para todo el país. Solo entre agosto y la actualidad se registraron diez intervenciones por pintadas vinculadas a clubes de fútbol, una problemática que se repite especialmente en Rosario.

Los hechos incluyen daños a columnas de alumbrado, frentes de viviendas, garitas de colectivos y contenedores. De los 46 detenidos, 32 ya cuentan con una resolución firme que los excluye por dos años de cualquier estadio del país. Otros 14 expedientes siguen en trámite administrativo. La sanción se activa de inmediato y se aplica aunque la persona intente ingresar a un espectáculo deportivo fuera de Santa Fe.

Gustavo Velázquez, referente de la Dirección de Seguridad en Eventos Masivos, recordó que la provincia forma parte del programa federal Tribuna Segura desde 2016, junto a otras 14 jurisdicciones. Explicó que el sistema detecta automáticamente la restricción al escanear el DNI: “Podés viajar a ver a la selección y aun así el control te marca como inadmitido”.
Si bien por ahora Santa Fe aplica la pena mínima de dos años, Velázquez advirtió que la sanción puede duplicarse en caso de reincidencia. También destacó el rol de los vecinos, que a través de llamados al 911 permiten activar operativos rápidos. Tanto Rosario Central como Newell’s fueron notificados de cada caso, mientras que la Municipalidad avanza en la recuperación de bienes públicos vandalizados.

La provincia busca frenar el vandalismo vinculado al fútbol con sanciones firmes y controles coordinados. La combinación entre monitoreo público, denuncias vecinales y el programa Tribuna Segura se convirtió en el eje de una estrategia que, aunque estricta, apunta a devolver orden y seguridad en los espacios comunes.