Uno de los acusados es taxistas y habría sido quien colaboró con el traslado de los gatilleros

La madrugada del 6 de julio dejó una herida profunda en Rosario. En una vivienda de Camino de los Quinteros al 2800, en Barrio Tío Rolo, un ataque a balazos terminó con la vida de Juan Cruz Osuna, un niño de tan solo 11 años, y dejó herido a su primo de 8. Este lunes, en el Centro de Justicia Penal, se dictó la prisión preventiva efectiva para dos de los acusados por el hecho.

La fiscal Marisol Fabbro, del equipo especializado en Violencias Altamente Lesivas, imputó a Alexis Cristian Gauna (31) y Sebastián Rodolfo Masciarelli (51) por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego, en grado de consumado y de tentativa, además de portación ilegal de arma de guerra para Gauna. El juez de primera instancia, Dr. Sosa, aceptó el pedido fiscal y ordenó la prisión preventiva por el plazo de ley.

Según la acusación, el ataque fue ejecutado por al menos cuatro personas. Masciarelli conducía un taxi en el que se trasladaban él y otros participantes, mientras que Gauna iba en una motocicleta. Una vez en el lugar, ingresaron a un predio donde se encontraba la vivienda de las víctimas y dispararon contra la ventana del comedor. Dentro estaban Juan Cruz y su primo, jugando. Los disparos terminaron con la vida del primero e hirieron gravemente al segundo, que aún continúa en recuperación.

El crimen sacudió a la comunidad rosarina por su brutalidad y por tratarse de víctimas completamente ajenas a cualquier conflicto. La investigación sigue su curso con la búsqueda de los otros dos autores aún no identificados.

La decisión judicial marca un paso firme hacia la búsqueda de justicia por Juan Cruz.