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Cae una red criminal en Rosario y Baigorria

12 detenidos en 18 allanamientos coordinados, donde secuestraron drogas

Con una fuerte presencia policial, se realizaron múltiples allanamientos en barrios conflictivos. Se secuestraron drogas, armas, celulares y una historia insólita: un perro encontró marihuana en un botín infantil. La mañana de ayer se despertó con sirenas y movimientos inusuales en distintos barrios del norte rosarino y Granadero Baigorria. En total, se realizaron 18 allanamientos simultáneos coordinados por la Policía de Investigaciones (PDI), bajo la órbita del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que culminaron con 12 personas detenidas, vinculadas a actividades de microtráfico, balaceras y amenazas.

La investigación, encabezada por el fiscal César Luis Pierantoni, apuntaba a una red criminal que operaba en zonas de alta conflictividad como Casiano Casas, Las Pumitas y Zona Cero. Con apoyo de grupos tácticos y la Brigada de Balaceras, lograron identificar y allanar los domicilios señalados. El resultado fue contundente: incautaron 37 teléfonos celulares, marihuana fraccionada, un pistolón, municiones, una motocicleta y documentación clave para la causa.

Uno de los momentos más llamativos del operativo fue protagonizado por “Bono“, un perro de la Sección Canes. Durante la inspección de una vivienda en Rauch al 1300, el can marcó insistentemente un botín infantil. En su interior, escondido entre los pliegues, se halló un trozo de marihuana compacta que arrojó resultado positivo en la prueba de campo. El resto de los allanamientos tuvieron lugar en; Labardén al 5500, calles 1379 al 3800, Rauch al 1500, Barón Estrada al 600, Pavlov al 900, Pte Quintana al 2600, French al 6400, Polledo al 3500, Ciudadela al 2900, Casiano Casas al 1300, Cavia al 1300 y 1350, Calvo y Washington, Calvo y Gallardo (todos en Rosario) y en Remanso Valerio y Av Los Plátanos (Granadero Baigorria).

Los detenidos —ocho mujeres y cuatro hombres— fueron trasladados a la sede de la División Microtráfico de la PDI, donde quedaron a disposición del MPA. Las actuaciones son parte del plan estratégico del Ministerio Público para combatir el narcomenudeo y la violencia derivada del mismo.

Este operativo, más allá de su éxito logístico, refleja un problema estructural que persiste en los barrios: la fragilidad social que nutre el avance del narcotráfico. La intervención estatal es clave, pero debe venir acompañada de políticas de contención, prevención y oportunidades reales.

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