Se trata del rostro visible en el paravalanchas canalla

El sindicado jefe de la barra brava fue detenido por la Policía Federal. Está acusado de integrar la banda narco-criminal “Los Menores”, vinculada al crimen de Pillín Bracamonte

Lautaro “Laucha” Ghiselli fue detenido este miércoles por la madrugada en un departamento del barrio Pichincha, en Rosario. El operativo, liderado por la Policía Federal, se enmarca en una causa por asociación ilícita impulsada por la fiscal provincial Pairola. Ghiselli está acusado de integrar la banda conocida como Los Menores, una estructura criminal que, según fuentes judiciales, se construyó como una “cooperativa narco” integrada por remanentes de otras organizaciones, como la de Esteban Lindor Alvarado.

En el procedimiento, que incluyó 17 allanamientos —en su mayoría en el barrio 7 de Septiembre, cuna de Los Menores—, y donde lograron aprehenderlo en un departamento de Salta al 2400, los agentes secuestraron una VW Amarok, tres celulares, documentación relacionada a Rosario Central y dos millones de pesos en efectivo. Su detención no está vinculada directamente al homicidio de Andrés “Pillín” Bracamonte, exlíder de la barra, asesinado en noviembre pasado, junto a su ladero, “El Rana” Attardo, pero sí al nuevo esquema de poder que surgió tras ese crimen.

La figura de Ghiselli creció con rapidez en el paravalanchas del Gigante de Arroyito. Activo en redes sociales, nunca ocultó su pertenencia a la barra ni su cercanía con personajes pesados del mundo narco. Una foto en la tribuna, junto a un conocido miembro del entorno de Alvarado, confirmó lo que muchos intuían: el poder de la tribuna va de la mano con el delito organizado.

La caída de Ghiselli no sólo representa un golpe judicial, sino también un nuevo capítulo en la disputa por el control de la barra de Rosario Central. En un escenario donde lo deportivo queda opacado por el crimen, la detención del “Laucha” confirma un modelo repetido: la violencia no se fue del fútbol, simplemente cambió de nombres.

Cabe destacar que a quien consideran líder de Los Menores, se encuentra prófugo y el gobierno ofrece una recompensa de 60 millones de pesos, por datos que lleven a la captura de Matías Gazzini, mientras que 25 millones, hay por Sebastián Vázquez, quien consideran que fue el tirador del doble crimen