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Fin de una vida marcada por la violencia

Murió “Cascarita” Ramírez, viejo integrante de Los Monos

El ex miembro de la banda narco fue atacado el 22 de julio frente al Hospital de Niños Víctor J Vilela y en la puerta de su comercio. Estuvo internado en estado crítico durante 17 días y falleció este jueves en el HECA. Juan Domingo Argentino “Cascarita” Ramírez de 51 años, murió este jueves en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Estaba internado en estado crítico desde el pasado 22 de julio, cuando fue atacado a balazos frente a su kiosco, en Rueda al 1800, justo enfrente del hospital de niños. Dos disparos –uno en el cuello, otro en una mano– lo dejaron al borde de la muerte.

Ramírez no era un vecino cualquiera. Viejo integrante de la banda narco “Los Monos”, había sido condenado por asociación ilícita y venta de drogas en 2015, tras un juicio abreviado y recuperado la libertad en junio pasado, tras cumplir prisión domiciliaria con tobillera electrónica.

La investigación apunta a un ataque dirigido: el agresor, en moto y con casco, simuló ser un delivery. Golpeó la puerta del kiosco y, al verlo le gatilla. En la escena levantaron ocho vainas servidas calibre 9 milímetros. Testigos de la zona lo vieron huir a toda velocidad.

Ramírez había sobrevivido a otras dos balaceras —en 2013 y 2014— y tenía un historial cargado: condenas por delitos graves, una cinematográfica fuga policial y una reciente denuncia por abuso que fue desestimada. Su rol dentro del mundo delictivo siempre estuvo ligado a la zona sur de Rosario y al entramado violento de la ciudad.

La muerte de “Cascarita” no es un hecho aislado: ocurrió apenas dos días después del asesinato de Brian Nahuel Figueroa, otro hecho narco ocurrido a pocas cuadras. La violencia persiste, muta, se recicla.

Fuentes no oficiales, remarcaron que debido a su acercamiento con Los Monos, también era parte de la barra brava canalla, bajo el liderazgo de “Pillin” Bracamonte. Pero que últimamente se lo veía en el paravalanchas rojinegro, como intermediario del “Pollo” Vinardi y el “Guille” Cantero

La historia de Juan Domingo Ramírez refleja una realidad más amplia: vidas marcadas por el delito, la cárcel y la violencia. Su final, como tantos otros en Rosario, no sorprende pero duele

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