El oeste y el noroeste de la ciudad volvieron a ser escenario de hechos violentos
Un galpón y una garita industrial fueron alcanzados por las balas en Tablada. En Cullen al 1300, atacaron a tiros un comercio que abre las 24 horas. Las últimas horas en Rosario volvieron a estar marcadas por la violencia armada. En distintos puntos de la ciudad, se registraron ataques a tiros que encendieron nuevamente las alarmas sobre la escalada de enfrentamientos y amenazas mafiosas.
Uno de los hechos ocurrió este martes por la tarde en la intersección de Berutti y 24 de Septiembre, en barrio Tablada. Según testigos, se trató de un enfrentamiento entre grupos armados, en el que uno de los proyectiles terminó impactando en la garita de seguridad de una fábrica de embalajes. No hubo heridos, pero la tensión se hizo sentir en la zona. La actividad en el galpón se retomó horas después, aunque con la preocupación latente.
Otro ataque se registró casi al mismo tiempo en Cullen al 1300, esquina De La Salle, donde un minimarket que permanece abierto las 24 horas recibió al menos cinco impactos de bala en su frente. Los autores del ataque se dieron a la fuga, y la policía investiga si hay conexión con otros hechos similares ocurridos recientemente en la zona.
Ambos episodios forman parte de una seguidilla de ataques registrados en los últimos días en los barrios Ludueña, Larrea y Empalme Graneros, sectores donde el clima de violencia y amenazas va en aumento. Fuentes policiales no descartan que los hechos estén relacionados con disputas territoriales por el narcomenudeo.
Rosario vive horas inquietantes, con hechos que se repiten y estructuras sociales que siguen siendo vulnerables ante la violencia. Los disparos no solo dañan paredes o frentes: perforan la tranquilidad de los vecinos, que ven cómo la vida cotidiana se transforma en una espera tensa. Las investigaciones siguen su curso