Ambos formarían parte de una organización delictiva encargada de engendrar el pánico en la zona sur de Rosario con balaceras y muertes

Los fiscales Patricio Saldutti y Franco Carbone imputaron a René Daniel Ungaro conocido como “El Brujo” y a Nicolás Alberto Martínez alias “Cara de Burro” haber organizado desde las cárceles de Ezeiza y Coronda, respectivamente, dos balaceras con fines de infundir temor público. En ambos casos Ungaro dio las instrucciones a Martínez para que se consiguiera a quienes serían los autores materiales de los ataques. Los cuales resultaron ser Fernando David Cortez y a su hijo Lautaro José, quienes se encuentran presos desde septiembre del año pasado por este hecho.

En el primer caso le dijo expresamente que llevara a cabo el homicidio de cualquier persona que se encuentre en la zona de la Torre 11 del Fonavi de Maestros Santafesinos e Isola. Ellos se encargaban de conseguir el auto y las armas necesarias y del pago de 30 mil pesos por cada persona que resulte asesinada.

En el caso dos; está la balacera contra el Centro municipal Rosa Ziperovich el accionar fue el mismo: “El Brujo” instruyó a “Cara de Burro” quien se puso en contacto con Fernando Cortez, para llevar a cabo el ataque, por el cual este último ya fue imputado en octubre del año pasado.

Asimismo, la audiencia continuará la semana que viene para el tratamiento de la medida cautelar respecto de René Ungaro

La jueza María Trinidad Chiabrera dictó prisión preventiva por el plazo de ley contra Nicolás Alberto Martínez, quien fue imputado junto con René “El Brujo” Ungaro, como autores intelectuales de la balacera que dejó como víctimas fatales a Claudia Deldebbio y Virginia Ferreyra y la cometida contra el Centro municipal Rosa Ziperovich.

Los fiscales detallaron a la prensa, que esta audiencia fue la continuación, dado que comenzó el lunes por unos procedimientos que se estaban realizando en conjunto y en forma coordinada con la Fiscalía Federal. Por esta causa, lograron establecer la existencia de una red de instigación o una cadena de instigación que serían un interno del Servicio Penitenciario Federal como el primer instigador del imputado Ungaro y en segundo lugar, dentro de esta cadena de instigación, un interno que en ese momento en una cárcel del Servicio Penitenciario de la provincia, Martínez.