El joven de 26 años, figura entre los diez prófugos más buscados de Santa Fe
La provincia de Santa Fe difundió un pedido de captura nacional contra Andrés Raúl “Plin” Acosta, reconocido integrante de la barra brava de Rosario Central. Su nombre apareció en el listado oficial de los diez más buscados, con una recompensa de 25 millones de pesos para quien aporte datos que permitan su arresto. La medida fue tomada luego de una serie de allanamientos realizados en junio pasado, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) secuestró tres fusiles automáticos M4 en un departamento de Rodríguez al 1000, en pleno centro rosarino.
Fuentes judiciales confirmaron que el operativo formó parte de una investigación encabezada por el fiscal provincial Patricio Saldutti, quien indaga la estructura delictiva liderada por Francisco “Fran” Riquelme, actualmente detenido. Los fusiles, junto con trece millones de pesos en efectivo y 3200 dólares, fueron hallados en la vivienda donde se presumía que residía Acosta, aunque este logró escapar antes del ingreso policial.
El hallazgo sorprendió a los investigadores por el tipo de armamento, ya que los M4 calibre 5.56 mm son armas de guerra de alto poder, muy por encima del arsenal habitual de las bandas locales. Según fuentes de la Policía de Investigaciones, su presencia evidencia un salto en la capacidad operativa de las organizaciones narcocriminales en Rosario.
El Ministerio de Seguridad provincial confirmó que Acosta está vinculado también a la facción barrabrava conocida como Los Guerreros, y su imagen junto al “Laucha” Ghiselli –detenido desde agosto por integrar la banda Los Menores– fortaleció la hipótesis de su relación con el grupo narco de Gazzani y Riquelme.
El 4 de octubre, personal policial encubierto intentó detenerlo durante un festejo en Juan José Paso al 5300, pero el operativo fracasó. En su lugar, fue apresado otro joven vinculado al clan, acusado de homicidio.
“Plin” Acosta continúa prófugo y, según fuentes oficiales, podría haberse desplazado fuera de Rosario. Su caso simboliza la compleja conexión entre barras bravas, narcotráfico y violencia urbana. Mientras tanto, la justicia y las fuerzas de seguridad intensifican los operativos en busca de uno de los hombres más buscados de la provincia.
