Por  @ocherep

Ana Morel, la nueva funcionaria que desató una crisis innecesaria en el Ministerio

Se suponía que la salida de Marcelo Saín– que espera la audiencia que lo terminará imputando por espionaje ilegal- iba a producir un cambio positivo en el funcionamiento del Ministerio de Seguridad: Sin embargo, el aterrizaje de una amiga personal del Ministro de Economía, Walter Agosto, desató un festival de ascensos de familiares y amigos, una explícita persecución a algunos empleados de planta y humillaciones públicas a dirigentes gremiales. Mientras tanto, en las calles de Rosario y Santa Fe, siguen los homicidios diarios. Dos comisarías son baleadas y las fuerzas policiales murmuran un auto acuartelamiento, si se cancelan los ascensos.

Paradójica semana en el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe: mientras el gobernador convocó por primera vez (si, léase bien) a la Junta provincial de Seguridad, en el Ministerio que tiene la responsabilidad de organizar la tarea de frenar los niveles de violencia que generan homicidios diarios en todo el territorio, de lo único que se habla es de «ascensos», «expedientes» y «persecuciones»

¿Y el Ministro?, preguntamos con verdadera curiosidad. «Jorge Lagna no existe» responde un empleado de carrera asustado, por las posibles represalias que puede sufrir, si la nueva jefa, se entera de que habla. La nueva jefa, como la denominan, se llama Ana Morel. Una militante del peronismo, con una dilatada trayectoria en la administración pública, que la remonta a comienzos de la democracia. Morel es amiga personal de Walter Agosto. No lo inventa nadie, lo expresa ella a viva voz, advirtiendo que es ella la que manda, y no Lagna.

Seguridad fue, durante el mandato de Saín en la provincia, un área vedada para el Ministro de Economía. La presencia de Morel, certifica que Agosto, se quedó con ese ministerio también. Como si las carteras fueran paises en un tablero de TEG. Ocupar los lugares para no hacer nada, parece ser la consigna.

Morel y su hija (y empleada de planta) Vanesa Suasnabar, estaba en la mira de Marcelo Saín. De hecho, la joven, pidió licencia por razones de salud durante casi dos años. Mientras estaba enferma, no dejaba de postear fotos en situaciones incompatibles con su «cuadro de salud». La más llamativa fue la de un viaje para vitorear a «El Polaco», su ídolo. En el medio de su descanso con goce de sueldo, metió un recurso para que le otorguen una subrogancia, en un cargo con dos categorías más altas. En septiembre de 2021, la Fiscalía de Estado le rechazó el pedido. En diciembre, asumió su madre como Secretaria de Gestión Técnica y Administración Financiera del Ministerio de Seguridad, puso el ascenso de su hija cómo condición. La «Jefa» ya le entregó la nueva estructura al gobernador, y el expediente, dicen, fue firmado hace pocas horas.

Hace casi 2 meses que se dictó la emergencia en Seguridad Pública y aún no ha iniciado ninguna gestión de compra y desarmó el área que llevaba adelante el proceso de ascensos policiales , lo que pone en riesgo la continuidad de los mismos. Un policía en actividad y que ocupan un lugar de alta jerarquía en la fuerza lo define como un «asunto caliente» y no duda en afirmar que «si la semana que viene, que empieza marzo, los ascensos que estaban en trámite corren riesgo de no prosperar y los que están esperando que se inicien, no se inician, no hay forma de explicarle a los policías la situación. Llevábamos un atraso inexplicable con Saín, pero esta mujer vino a empeorar todo. Es más fuerte la sed de sangre que la vocación de servicio a la comunidad. Saín nos humillaba, pero Lagna no existe directamente. No tenemos a nadie a la cabeza, y la Morel se ocupa sólo de acomodar amigos y familiares. No entienden nada de lo que pasa en la calle, nada»

El jerarca policial vuelve sobre un tema que publicamos la semana pasada: «Todavía no tenemos cubierta el área de «Bienestar Policial». Morel ordenó que los policías que estaban de baja, volvieran sin que los examinara un psiquiatra. Entre 2016 y 2019 hubo 16 suicidios en la Fuerza, y solamente en lo que va de 2022, ya tenemos seis suicidios y un femicidio. Todos con las armas reglamentarias, que no debían tener en mano esas personas. ¿Vos pensás que hicieron algo? No, siguen armando la estructura para acomodar a la hija de Morel y algunos policías amigos. Un disparate»

En el Palacio de calle Primera Junta, el clima es pura tensión, pero no tiene que ver con los asuntos de la calle. El Secretario General de UPCN Jorge Molina tuvo que hacerse presente en el hall para hablar con los trabajadores. Fue el lunes 14 de febrero, cerca de las 7.30 de la mañana. La pequeña reunión fue «interrumpida » por Ana Morel y su hija. La nueva funcionaria hizo callar al Secretario General, que encima, tuvo la idea de anunciar que el Gremio iba a pedir la cancelación de los expedientes de ascensos que están en marcha. «Los ascensos son asuntos de la paritaria, es un acuerdo bilateral» apuntó. La funcionaria, como quedó grabado, le dictó una cátedra de derecho administrativo, mientras los empleados no entendían cual era la discusión.

UPCN no expresó públicamente ninguna queja por la actitud de la funcionaria. ATE menos: el delegado del gremio de calle San Luis, espera atentamente su nuevo cargo, una subdirección en la nueva estructura, acordada con Morel.

Si Saín se ocupaba de perseguir a los adversarios del gobernador, la «nueva gestión» se dedica a cuidar los gastos y organizar el control de los cargos. Los efectos son devastadores: Durante más de 20 días, la policía que tenía a cargo la vigilancia de los presos domiciliarios, no tuvo combustible para cubrir esas actividades.

La situación de la seguridad pública en la provincia se agrava día a día. Mientras escribimos esta nota, se confirma la segunda balacera a una comisaría en Rosario. Durante la semana, un menor de 8 años fue alcanzado por una bala perdida. Rosario sumó cuatro homicidios durante la semana y dos la capital provincial.

La policía está paralizada. A las quejas por la falta de recursos para patrullar, se agrega la agobiante situación salarial, y la parálisis de los ascensos. En el Ministerio, esos temas parecen no estar en la agenda de nadie. De lo único que se habla es de la «nueva estructura orgánico funcional de la Dirección General de Recursos Humanos»

La sensación es de caos. El Ministro ya no disimula su ausencia (algunos dicen que tiene problemas de salud que le impiden cumplir con las actividades de Ministro) y la calle, lo sabemos, es tierra de nadie. Si las arbitrariedades y los caprichos de una nueva funcionaria, siguen sin que nadie le ponga límites, la amenaza es concreta: la policía puede terminar parando.

Nadie quiere imaginar ese escenario. El gobierno lo sabe.