Un rápido accionar del Comando Radioeléctrico permitió asistir y trasladar a un pequeño que había sufrido una convulsión y no respiraba
El hecho ocurrió este sábado al mediodía en la intersección de Zelaya y Gurruchaga, en la zona norte de Rosario.
Una mujer sostenía a su hijo, Felipe, de apenas dos años, que se encontraba inconsciente y sin signos vitales tras una fuerte convulsión.
Alertados por un llamado a la Central de Emergencias del 911, móviles del Comando Radioeléctrico se desplazaron de inmediato. Al arribar, los agentes encontraron al pequeño sin respiración. Ante la gravedad del cuadro, los efectivos Mauricio D’Angelo, Lucas Merele, Luciano Colman y Loreley Agonil decidieron no esperar una ambulancia y proceder ellos mismos al traslado de urgencia.
Según confirmaron fuentes oficiales, el niño fue llevado en brazos por la suboficial Agonil en el móvil policial hacia el Hospital Alberdi, mientras otro patrullero trasladaba a la madre. La Dra Evelyn Rosellani, quien recibió al menor, informó que el niño logró ser estabilizado y fue posteriormente derivado a un hospital pediátrico para estudios complementarios que determinen el origen de las convulsiones.
Un accionar que marcó la diferencia
La rápida intervención de los uniformados resultó crucial. Gracias a la decisión de actuar sin demora, el niño llegó con vida al hospital. Desde la fuerza policial remarcaron la importancia del trabajo en equipo y la coordinación en emergencias médicas de este tipo, donde cada segundo cuenta.
El hecho generó alivio y reconocimiento entre los vecinos, quienes destacaron la empatía y la rapidez del personal policial. Mientras el pequeño continúa bajo observación médica, las autoridades informaron que se encuentra estable y fuera de peligro.










