Ocho años de inteligencia criminal al servicio de la seguridad en Santa Fe

La Central de Información Criminal Operativa, con sede en Rosario, cumple un rol clave en la estrategia policial provincial. Coordinación, análisis y decisiones en tiempo real, para una seguridad basada en datos y no en intuiciones.

Desde hace ocho años, en el corazón de Rosario, funciona un centro que cambió la manera en que se planifica la seguridad en Santa Fe. La Central de Información Criminal Operativa (CICO), conocida popularmente como “el Ojo”, opera como una torre de control del delito: combina mapas delictivos, monitoreo en tiempo real y datos del 911 para tomar decisiones estratégicas que impactan en todo el territorio provincial.

A través de sus pantallas y equipos, se detectan zonas calientes, se observa el movimiento de patrullas, y se orienta el accionar policial con precisión quirúrgica. No es ciencia ficción. Es una herramienta construida sobre datos reales, informes técnicos y coordinación interinstitucional. En palabras de Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información, “Santa Fe fue pionera en desarrollar un sistema de inteligencia criminal propio, que hoy es un modelo de despliegue policial basado en la producción de conocimiento”.

El crecimiento de la Central se enmarca dentro del programa M3 —Mapeo, Métrica y Monitoreo—, que actualmente se aplica en Rosario y Santa Fe. Esta metodología no solo mejora la distribución de recursos, sino que permite corregir desvíos operativos y ajustar en tiempo real las políticas de seguridad. Para María Virginia Villar, subsecretaria de Inteligencia Criminal, “el ‘Ojo’ no solo observa: produce información que guía, ordena y da sentido al trabajo policial”.

La tecnología, sin embargo, no reemplaza la mirada humana. Los datos se interpretan, se cruzan, se evalúan. El “Ojo” no espía: acompaña. No adivina: analiza. Y su impacto se nota, aunque aún falten desafíos por superar.

En su octavo aniversario, la Central CICO confirma que la inteligencia criminal no es solo una herramienta, sino una filosofía de gestión. Una que apuesta por la prevención basada en información y planificación. En un contexto donde la improvisación puede costar vidas, el “Ojo” representa una mirada firme, técnica y humana sobre el delito.