Fuga, recaptura y una historia que se repite

Un menor evadido del IRAR fue detenido anoche en la zona norte de Rosario. Es investigado por vínculos con una estructura narco y un ataque a tiros contra un colectivo. La historia de Ángel Guillermo M de tan solo 16 años, se suma a la preocupante lista de menores vinculados a delitos graves en Rosario. Conocido en el ambiente delictivo como “Soretito”, fue recapturado anoche por la Policía de Acción Táctica tras haberse fugado del Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (ex IRAR).

El hecho ocurrió cerca de las 22.30, de ayer en la intersección de Sorrento y Colombia, en el barrio Larrea. Durante una patrulla rutinaria, los agentes advirtieron la actitud evasiva del joven, que caminaba solo por la vía pública. Al interceptarlo e identificarlo, confirmaron que se trataba del menor evadido, cuyas características ya habían sido difundidas oficialmente.

La fiscalía de menores fue notificada de inmediato y luego de las comunicaciones de rigor, ordenaron su traslado a la Comisaría 12º para su posterior regreso al centro de detención juvenil. Pero el caso va más allá de una simple evasión. “Soretito” es investigado por su presunta participación en un ataque a tiros contra un colectivo de la línea 146 en Grandoli y Spiro, ocurrido en el pasado. Fuentes policiales lo vinculan a la estructura criminal de René Ungaro, una de las más activas y violentas en la zona sur de la ciudad.

La detención de “Soretito” evidencia una doble falla: la facilidad con la que se fugan menores acusados de delitos graves y la compleja trama narco que recluta jóvenes cada vez más chicos. Su recaptura es solo un paso. Lo urgente es revisar el sistema que permite que adolescentes armados transiten las calles sin control.