La violencia armada volvió a marcar el pulso nocturno del Gran Rosario. En apenas unas horas, tres hechos simultáneos dejaron un saldo preocupante: armas de fuego secuestradas, un joven herido y múltiples detenciones. La sucesión de episodios pone nuevamente el foco en la circulación ilegal de armas y la inseguridad urbana.

En Villa Gobernador Gálvez, personal de la Brigada Motorizada interceptó a un hombre armado tras una denuncia por detonaciones en Noguez y La Ribera. El sospechoso, de 30 años, fue alcanzado en Lavalle al 100 bis, mientras huía a pie con una cuchilla en la mano. Durante el cacheo, se le secuestró una pistola Taurus G3 calibre 9 con tres cartuchos. Fue trasladado a la Comisaría 25º

Mientras tanto, en Rosario, un joven de 27 años fue atacado a balazos cerca de un kiosco en Bielsa y Solís, barrio Ludueña. El hombre recibió una herida en la pierna izquierda y fue derivado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Está fuera de peligro. La policía investiga las circunstancias del ataque.

Por su parte, en Granadero Baigorria, un operativo del Comando Radioeléctrico logró recuperar un vehículo robado tras una persecución. El Fiat Uno fue abandonado por los sospechosos, quienes intentaron escapar a pie. Uno de ellos fue detenido, y en el interior del auto se halló un arma de fuego. La investigación quedó a cargo de la Comisaría 24º y la PDI.

La respuesta policial fue efectiva en los tres casos, pero el desafío de fondo sigue intacto: prevenir, desarmar y garantizar seguridad ciudadana.