Condenaron a Mauro Vergara por ser jefe de una asociación ilícita que encargaba hechos de extorsiones, abusos de armas y amenazas

Este miércoles por la mañana la Jueza de Primera Instancia Lamas González homologó el procedimiento de juicio abreviado condenando a Mauro Vergara a la pena de 10 años de prisión efectiva por los delitos de asociación ilícita en carácter de jefe agravado por la participación de menores de edad, amenazas coactivas calificadas por compeler a la víctima a abandonar su residencia habitual en carácter de co-autor, extorsión en carácter de autor agravado por la participación de menor de edad y la utilización de arma de fuego y extorsión en grado de tentativa agravada por el uso de arma de fuego, en calidad de coautor.

La condena se unifica con una pena anterior de 10 años y 11 meses a una pena única de 20 años de prisión.

El Fiscal Pablo Socca le atribuyó a Vergara ser jefe de una organización dedicada a la ejecución de hechos ilícitos y/o a la provisión de servicios a terceros para su realización, referidos a la comisión de hechos de extorsiones, abusos de armas – a puntos de ventas de estupefacientes rivales para ocuparlos y/o para cobrar deudas, usurpando viviendas para luego instalar puntos de ventas de estupefacientes, también eran utilizadas dichas casas para esconder el robos de vehículos y pactar las compra – venta de armas de fuego de origen ilícito, entre otros hechos ilícitos. Integrada por personas mayores y por menores de edad, siendo su principal territorio de acción los barrios Tablada y República de La Sexta donde comercializaban estupefacientes y mantenían enfrentamientos con bandas rivales a fin de prevalecer en el territorio. Dichos servicios, son provistos para diferentes personas que convenían con la banda su realización, sin perjuicio de otros hechos llevados adelante por el propio interés de la banda.

La banda se caracterizaba por amenazar mediante mensajes de textos o audios de Whatsapp desde marzo del 2021. Los mensajes que recibían las víctimas decían; “O es por las buenas o es por las malas”. Y las mismas se cometían con un celular que Vergara utilizaba desde su lugar de detención en el Pabellón N º 7 de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero.

También mediante la misma manera, ordenaba ataques a balazos contra quienes se reusaban a entregar sus casas y exigía a cambio de protección en otros casos, todo mediante vía telefónica.

Por último le atribuyeron a Vergara, junto con otras personas no identificadas a la fecha, haber exigido a las víctimas, bajo amenazas de muerte, la entrega de $700.000 (setecientos mil pesos), todo ello bajo notas amenazantes y comunicaciones vía Whatsapp. Con el fin de intimidarlos y lograr que las víctimas se comuniquen con el número de teléfono dejado en las notas el cual al momento del hecho era utilizado por el condenado, desde su lugar de alojamiento en la cárcel de Piñero