Fue a 3 años de prisión condicional por considerarlo autor del delito de grooming cometido entre mayo y junio de 2019.

La fiscal Luciana Vallarella había acusado a Bustos de haberse hecho pasar por masajista deportivo y ponerse en contacto por WhatsApp con dos menores que jugaban en las inferiores de Newell´s para, utilizando un nombre falso, ofrecerles servicios de masajes a bajo precio con el fin de lesionar la integridad sexual de cada uno. Además les pidió que le pasaran el contacto de sus compañeros y en que, en caso de que en el club hicieran preguntas, mintieran diciendo que tenían que ir a un cumpleaños de una amiga.

El juez Lanzón condenó a Bustos a 3 años de prisión condicional y le impuso reglas de conductas a cumplir en dicho período, entre ellas: someterse a tratamiento psicológico, prohibición de cualquier tipo de contacto con menores de edad y prohibición de acercamiento a las víctimas y a instituciones deportivas a la que concurran menores de edad